Cuando la felicidad es algo más que sentirse bien

Más allá de su significado hedónico, tiene que ver con la realización personal de cada uno de nosotros


Puede que más de uno y de dos de nosotros haya sentido felicidad en estos últimos meses a pesar de la época que nos ha tocado vivir. Por las razones que sean. ¿Significa eso que somos egoístas respecto a los demás? Hay que saber deslindar felicidad de su acepción más conocida.


Sí, es así. Aunque tratemos de ocultarlo, por muchas y variadas razones, en especial por culpa de la época que nos ha tocado vivir, muchas personas han sido felices en algún momento en los últimos meses, o incluso de manera continuada. Por eso mismo no lo hayan expresado, pero otros sí lo han hecho. 

La pregunta es: ¿son estos últimos unos inmensos egoístas por comportarse de ese modo? Más aún: ¿se puede considerar egoísmo el hecho de buscar la felicidad en los tiempos que corren, e incluso lograrla? 

Todo depende de qué entendamos por felicidad. Porque, si bien el concepto más extendido es el hedonista, aquello que perseguimos para sentirnos bien, existe otro concepto de felicidad no tanto relacionado con sentirse bien, y sí más bien con el deseo de realización personal que todos tenemos; esa búsqueda de sentirnos y funcionar bien, aunque lo que nos rodee sea el mismísimo infierno.

En consecuencia, es esa búsqueda de la felicidad, la manera de afrontarla, la que la diferencia del concepto más conocido y utilizado.

Más aún, se puede ser feliz y, a la vez, empatizar con la situación que estamos viviendo. No son conceptos que se repelen, sino que son complementarios y se dan en aquellas personas que saben qué quieren y cómo alcanzarlo, sin que ello les aleje de la situación que tienen a su alrededor.

Te pondré un caso sencillo: imagina que se pone a llover durante muchos días, y tú eres una esas personas que disfruta con la lluvia, con su olor. Eres feliz. Sin embargo, eso no impide que no pienses que tu felicidad no es la misma que la de las personas que, por ejemplo, vivan en la calle y tengan que soportar esa lluvia un día tras otro si posibilidad de resguardarse de ella.

Esa felicidad, esa alegría que sientes en ese momento por esa situación que estás viviendo, no choca con tu interés por ayudar a aquellas personas a paliar su situación, a hacerla lo más llevadera posible. Es una manera de ser feliz complementaria con buscar lo mejor para los demás a sabiendas de que lo que a ti te hace feliz no ocurre lo mismo con ellos.

Basta con buscar esos momentos para alcanzar ese desarrollo de la felicidad que busques en cada momento de tu vida, y sin que eso implique sentirse bien con uno mismo sin importarle lo más mínimo lo que le ocurra a los demás.

No todo va a ser ver la vida con los ojos del hedonismo. La felicidad y su búsqueda es mucho más que eso.

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