Cuando crisis no significa obligatoriamente algo malo
Muchos aseguran que la crisis del COVID-19 les ha cambiado, pero no siempre tiene que ser para mal. También nos ha permitido mirar hacia nuestro interior
¿Crees que has cambiado mucho por culpa de esta pandemia que nos ha tocado vivir? ¿Y también crees que ha sido para mal, o más bien no quieres reconocer que algo dentro de ti se ha removido y empieza a aflorar para mostrarte como eres realmente?
Hemos vivido la pandemia del COVID-19 como una auténtica crisis. Crisis que nos ha afectado de una manera brutal. Pero siempre que hablamos de crisis rápidamente nos viene a la cabeza un término negativo, algo que nos ha afectado y perturbado de gran manera.
En este momento, eso es lo que estamos viviendo.
Ahora, ¿tiene que ser siempre ha de ser negativa?
Fíjate que crisis deriva del griego Krisis, que no significa otra cosa que cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados”.
¿Qué significa? Una redirección, un nuevo punto de vista y de resultado completamente desconocido.
Nadie sabe lo que va a pasar ni lo que puede ocurrir en los próximos días o meses.
Voy a ponerte un ejemplo gráfico para que lo entiendas mejor: imagínate que sales a dar una vuelta por el campo, por un lugar que conoces, y que, en un momento determinado, decides tomar otra ruta distinta a la habitual por las razones que sean: algo que bloquea el camino, que esté demasiado embarrado por culpa de las últimas lluvias, o simplemente porque sí; y que ese camino que decides escoger te lleva por unos lugares que te maravillan por completo extasiándote los sentidos. Al final, admites que el cambio de recorrido ha merecido la pena; que cambiar de rutina, apostar por algo distinto a lo habitual, te ha reconfortado más incluso que la actividad habitual.
Lo mismo ocurre con esta situación que estamos viviendo. ¿Qué es lo que te he contado en el anterior párrafo? Que nunca viene mal tomar caminos distintos a los conocidos, porque puede que te llevan a lugares mucho más satisfactorios que los conocidos hasta la fecha.
Eso es lo que tienes a tu alcance ahora mismo. Han sido muchas semanas las que has tenido para realizar introspección, para conocerte mejor a ti mismo, para saber qué es lo que te interesa y qué no; y también para darte cuenta de que, posiblemente, lo que antes te parecía hasta cierto punto normal y habitual ya no lo es. Que eso es lo que ahora te atrae porque estás convencido/a de que es el momento de dar el paso de ser lo que siempre has querido ser y hasta ahora no has podido; de alcanzar esas cosas que hasta ahora te parecían vedadas, y es ahora, precisamente, cuando te das cuenta de que lo estaban porque eras tú quien te imponías las limitaciones.
Una crisis, en definitiva. Una crisis que te hace ver las cosas de otra manera muy distinta a como lo hacías antes. Y, como habrás podido comprobar, sus consecuencias no son negativas.
Una crisis para atrevernos a conseguir lo que siempre nos hemos propuesto o hemos querido ser.
¿Te atreves?
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