Cómo aplicar la resiliencia en la empresa

Es tiempo de reinventarnos para buscar nuevas oportunidades en el escenario que está a punto de surgir


El COVID-19 nos ha cambiado de manera personal en muchos aspectos, pero también ha cambiado nuestra manera de trabajar y, por ende, la de las empresas para las que trabajamos. En definitiva, una transformación a la que tenemos que adaptarnos. La palabra clave es Resiliencia.

Van a llegar momentos importantes tanto buenos como malos. Siempre es de esperar que los primeros sean mayores que los segundos. No obstante, lo importante es estar preparados, y para estarlo no hay nada mejor que tirar de Resiliencia. 

Y la resiliencia es esa capacidad de reinventarnos para aprovechar las nuevas oportunidades que surjan, y está claro que en el escenario posCOVID-19 está claro que van a surgir, y muchas. 

¿Cómo aplicar esto al campo profesional? Con resiliencia, tirando de ella; desarrollando nuevas habilidades para aprovechar aquellas oportunidades. Me refiero a esos emprendedores, autónomos o profesionales que están a la espera de ver cómo será ese escenario al que nos vamos a enfrentar.

¿Seremos capaces de adaptarnos a él? ¿Podremos aprovechar esas oportunidades? Seguramente estas y otras preguntas también os las estaréis haciendo llegado a este punto de la lectura. Es lógico. Son tiempos de incertidumbre, pero la incertidumbre no es más que un velo desarrollado para impedirnos afrontar aquellos retos que se nos pongan por delante. De ahí la importancia de la resiliencia.

¿Cómo aprender a desarrollar esa resiliencia, esas nuevas habilidades, para adaptarnos al nuevo contexto y aprovechar sus oportunidades?

En primer lugar, mirar hacia adelante y nunca hacia atrás. El pasado, pasado es, ahí está, ya no se puede cambiar ni tampoco volver a él. Por lo tanto, no queda más que adaptarnos al futuro, ver de qué manera podemos satisfacer las necesidades de los clientes o personas para los que trabajamos. En consecuencia: de qué manera podemos diferenciarnos de los demás ofreciendo ese elemento diferenciador que necesitarán nuestros clientes. Y eso se logra conociendo de verdad a las personas para las que trabajamos.

Por lo tanto, es tiempo de saber qué podemos aportar en esta nueva situación, qué podemos ofrecer que sea distinto, de valor, de cara a nuestros clientes. Reinvención es, pues, la palabra clave de cuál ha de ser nuestro cometido en esta nueva etapa. Una etapa en la nuestra percepción de todo lo que nos rodea es esencial para saber aprovechar las oportunidades que surjan.

Y eso nos lleva al último punto para saber qué pueden necesitar las personas para las que trabajamos: saber escucharlas y decirles lo que quieren oír o necesitan oír. Escuchar y oír, pero con sinceridad; y que esa relación se establezca sobre las bases de la confianza y de la cercanía para que la relación sea lo más provechosa posible para ambas partes.

En definitiva, son tiempos de cambio, de adaptación. De resiliencia. Y cuanto antes lo hagamos, mejor nos irá.

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