Nunca dejes de avanzar

Para los chinos, mantenerse siempre activo es una virtud


Nosotros solemos decir que las prisas nunca son buenas consejeras; los chinos, que nunca hay que dejar de avanzar, aunque hay que hacerlo con pausa. Para ellos es fundamental mantenernos activos. ¿Y para ti?

Casi todas las culturas orientales sienten predilección por la pausa, por tomarse las cosas con calma. Pero, ojo, que eso no significa pararse o no hacer nada, sino más bien hacerlas con la velocidad adecuada y siempre con un propósito claro: avanzar hacia adelante.

Avanzas, siempre avanzar

En este sentido, los chinos cuentan con un proverbio que resume a la perfección lo que te estoy contando: “No temas ser lento, teme sólo detenerte. ¿Qué es lo importante? Siempre el movimiento, hacer cosas sin detenerse y a la velocidad que creas oportuna, pero sin detenerte; pues paso a paso y por lejos que te parezca que puede estar la meta tarde o temprano llegarás a ella.

El resumen es ese, pero el proverbio en sí implica mucho más; nos habla de insistir en una idea o propósito, en persistir en tu determinación hasta su consecución.

Ahora, reflexiona por unos segundos: ¿cuántas veces te has detenido en el camino de un proyecto tras empezarlo con determinación, incluso con muchas ganas, y paras porque no le encuentras sentido a lo que quieres hacer o persigues? ¿Acaso no sería más sencillo hacer como te propone aquel proverbio y tomarte la pausa necesaria para acometer lo que tengas entre manos? 

Porque lo mismo da ese proverbio que nuestro rico refranero, que te dice que las prisas no son buenas consejeras. Piensa, reflexiona y actúa con la pausa necesaria para analizar lo que quieres conseguir. Así, una etapa tras otra, tantas como quieras marcarte hasta alcanzar el objetivo final. Sin prisa, pero sin pausa. Que la lentitud no sea tu mayor preocupación sino detenerte.

FUENTE: La mente es maravillosa

Comentarios

  1. Esto es ideal para tener buena, lo sé por experiencia, tuve un abuelo, que decía “perro parado no encuentra hueso que roer,” bueno pues murió con 101 años, en tiempos que el índice de vida era 50, murió a esa edad porque cambió la forma de vivir al perder la visión del ojo que tenía bien, perdió las ganas de vivir.

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