PÍLDORA 3: qué hacer cuando no te gusta tu trabajo

Salir de la zona de confort y arriesgar para alcanzar tus sueños se ha convertido en el mantra más escuchado de las frases y videos motivadores. ¿Es ésa la única alternativa para disfrutar en el trabajo?

¿Recuerdas el dicho “quien no arriesga no gana”? Pues es cierto. Si quieres conseguir algo distinto debes hacer cosas diferentes y, en ocasiones, esto significa romper con lo que venías haciendo. Y cuesta porque se trata de adentrarse en terrenos desconocidos. Pero también es cierto que arriesgar no es siempre sinónimo de ganar y puede que tú no quieras salir de tu zona de confort; sólo hacerle unos arreglos para renovarla.



¿Qué puedes hacer si no te gusta tu trabajo, pero no estás dispuest@ a hacer cambios radicales?

Te ofrecemos distintas estrategias para conseguir bienestar a pesar de que el trabajo no te lo brinde:

1. No te quejes y sé consciente de las ventajas. Al fin y al cabo, has tomado tu decisión, que consiste en riesgo cero, ninguna aventura y más de lo mismo a cambio de ese buen horario o de no complicarte demasiado la existencia. La queja es una dinámica muy dañina para ti y para las personas que te rodean. Préstale atención a las ventajas y no a los inconvenientes.

2. Diseña retos personales que te motiven. Incluso en los trabajos más repetitivos y poco creativos es posible motivarse personalmente. Establece objetivos personales en tu trabajo y empléate en conseguirlos. ¿Cómo? Puedes establecer nuevos procedimientos de trabajo que eliminen en lo posible las reiteraciones y te permitan ser más eficiente. Es muy conocido el caso de la persona que trabajaba en una cadena de montaje y cada día ideaba nuevas maneras de hacer la misma tarea repetitiva o de hacerla en menos tiempo.

3. Enriquece tu trabajo con aportaciones personales. Puedes añadir a tus tareas habituales ideas creativas y originales que se satisfagan. En Oviedo, hay una familia que regenta un parking en la capital. Una de las mujeres de la familia ideó la instalación de un “panel de la felicidad” en el parking, donde cada día va incluyendo frases de contenido positivo que alegran y motivan a los usuarios del parking. Su idea ha sido muy apreciada y ha resultado viral en las redes sociales.

4. Sentir tu contribución al objetivo general. Cualquier persona puede entender su trabajo dentro de una maquinaria que hace posible que la empresa ofrezca al mundo sus resultados y sentirse orgulloso por su contribución. Es muy conocido el caso de la limpiadora que, cuando se le preguntó por la cusa de su constante buen humor en el trabajo, explicó lo orgullosa que se sentía porque unas instalaciones limpias y aseadas hacían posible que sus compañeros desarrollaran mejor sus tareas. 

Si decides continuar en un trabajo que no te gusta, acéptalo sin quejarte e intenta introducir pequeñas estrategias para amenizar tu rutina. Encuentra pequeños desafíos que te mantengan activo, utiliza tu creatividad para hacer cambios y siéntete orgulloso de tu contribución al resultado final.  

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