Claves para conseguir una calidad de vida en el trabajo
Todos queremos conseguir la mejor
calidad de vida posible. En casa puede que la tengamos en mayor o menor medida,
pero no tanto en el trabajo. Diversos analistas y empresas coinciden en la
necesidad de conseguir una buena calidad de vida en el trabajo, pues cuanto
mayor sea, también lo será nuestra productividad.
Calidad de vida y productividad se dan la mano en una nueva tendencia que trata de esclarecer cuáles son las claves que han de permitir al trabajador ser más productivo en su empresa. Porque, si ya goza de ella en su vida personal, ¿por qué no tenerla también en la laboral?
Hay una serie de factores que son básicos para conseguir que la ansiada calidad de vida en el trabajo, y por ende, convertirnos en trabajadores más productivos. Son estos seis:
· Interacción social. Un dato lo explica todo: tener un amigo en el trabajo mejora la participación hasta en un 50%, y las personas con un buen amigo son siete veces más propensas a participar de forma plena en su trabajo.
· Facilidad y eficiencia: es preciso dedicar toda nuestra atención al trabajo diario y a desarrollarlo con total facilidad y sin apenas interrupciones. El día que todo marcha sobre ruedas o recibes ayuda por parte de algún compañero, ¿a que te sientes de sacar adelante más tarea?
· Confort físico personal: cuanto más a gusto te encuentres y mayor sea tu confort personal, más concentrado estarás y gozarás de un mayor poder de creatividad.
· Crecimiento personal: cuantas más posibilidades tengas de crecer profesionalmente, de desarrollar tu carrera, de ver que tus motivaciones no tienen límite, más satisfecho estarás en el trabajo. Y asimismo ocurre con aquellos condicionantes que a todos nos afectan: sueldo, relaciones personales, higiene de nuestro entorno laboral…
· Reconocimiento: que reconozcan nuestra valía, que nuestro trabajo es apreciado por los superiores aumenta nuestra satisfacción, y por ende, nuestra productividad.
· Salud y bienestar: un estilo de vida saludable, una dieta equilibrada y ejercicio nos permitirán afrontar la jornada laboral con más energía, y sobre todo alejar el estrés en la medida de lo posible, que afecta de manera nociva a nuestra salud.
En definitiva, se trata de conseguir que el trabajo, aparte de una tarea, se convierta en un apéndice normal de nuestra vida y no en una carga. Cuando mejor sea la calidad que nuestra vida en la oficina junto a nuestros compañeros, más rendiremos y más a gusto nos sentiremos con nosotros mismos.
FUENTE: RRHH Digital
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