Una sonrisa en el trabajo, un paso más hacia la rentabilidad

Una sonrisa, la mejor manera de combatir el estrés laboral.


Porque, por desgracia, las cosas hay que plantearlas así, en términos de rentabilidad, que es lo único que tienen en cuenta las empresas. Bien, pues ahí va este dato: el 90% de los problemas de salud de los trabajadores tiene su origen en factores relacionados con una insatisfacción personal o profesional. Estrés, para resumir. Y una sonrisa bastaría para reducirlo.

Una sonrisa, un gesto, un mínimo de preocupación por la persona que trabaja. ¿Tan difícil es? ¿A que no? No estoy diciendo que con eso vaya a desaparecer el estrés que pueda padecer, pero sí que sería un paso adelante para controlarlo y, con el tiempo, entonces sí, hacerlo desaparecer.

Pues de lo que se trata es de que el ambiente laboral sea el más propicio. Algo tan sencillo como recibir una palmada en la espalda por algo bien hecho, que el jefe se interese por uno o por una, saber qué le pasa al compañero que tienes al lado o que te pregunten a ti lo mismo son factores que elevan el espíritu, que nos hacen ver el trabajo como algo más que una simple sucesión de operaciones mecánicas que, al final de mes, se traducen en un sueldo.

Existen estudios que advierten de que todo es cuestión del cristal con el que se mire. Así, unos indican que el 90% del estrés que sufre una persona depende de ella, de su poca o nula habilidad para manejar esas situaciones, para decidir con lo que quiere vivir; y otros que igualan el porcentaje de culpabilidad (50%-50%) entre empresa y empleador. Es decir, que la culpa es de ambos.

No se trata de rebatir cifras sino de extrapolarlas y sacar de ellas una conclusión, y ésta es evidente: cuanto mejor sea el ambiente laboral, cuanto más a gusto se sienta el trabajador en la empresa, mejores serán los resultados obtenidos y, por lo tanto, mayor será la rentabilidad que obtenga. Incluso en el caso de que la culpa sea toda del trabajador y todo se reduzca a una cuestión personal. Pues ¿dónde encontrará más posibilidades de evadirse en caso de pasar por una mala racha personal? ¿En una oficina donde se sienta bien, donde sea feliz, o en otra que sea lo más parecido al infierno sobre la tierra? 

A veces, una sonrisa basta como respuesta. En este caso, la mejor de todas.

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