Píldora 23: cuando los pensamientos te agreden

Desde este y en los próximos posts hablaremos de esos pensamientos negativos que nos invaden y aplanan. Como en el caso en que nos agreden. ¿Qué debemos hacer cuando esto ocurre? ¿Cómo debemos comportarnos? Sigue leyendo...

Todos conocemos la importancia de abandonar los pensamientos negativos y del valor del optimismo para nuestra salud mental y bienestar personal. Pero, antes, Pero, antes de seguir leyendo, repasa el resto de píldoras de felicidad. Lo puedes hacer aquí.

En los últimos años vivimos en un mundo que se ha propuesto eliminar aquellos pensamientos que nos torturan. ¿Quién no ha leído algún PowerPoint motivador llegado a nuestro Facebook o al WhatsApp explicándonos la importancia de abandonar los pensamientos negativos? Venimos observando cómo esta manera de pensar no nos ayuda a mejorar. 

Al contrario, supone auto-infligirnos castigos mentales que solo consiguen producirnos sufrimiento. Este post busca que practiques el bienestar y la felicidad, y posiblemente la mayor fuente de infelicidad nos la producimos nosotros mismos con nuestra forma de pensar.

La psicología cognitiva, que hizo su primera aparición a principios de los años 70, fue ampliamente incorporada a la terapia en los años 90 con el método de la Reestructuración Cognitiva, que no es sino la terapia que nos ayuda a abandonar esos pensamientos negativos

¿Y en qué consiste?

Nuestra primera idea acerca de las cosas nos dice que los acontecimientos producen respuestas en nosotros, es decir: acción-reacción; o dicho de otro modo: los acontecimientos provocan en nosotros una respuesta positiva o negativa, pero adaptada al hecho en cuestión. Pues bien, ¡esto no es así! 

El esquema correcto es: Acontecimiento + Pensamiento + Emoción + Reacción

Es decir, entre lo que ocurre y nuestra respuesta existen dos componentes más: un pensamiento y una emoción. Esto está presente SIEMPRE. ¿Y qué quiere decir esto? Significa que ante cualquier cosa que nos sucede, nos asalta automáticamente un pensamiento. Si el pensamiento es positivo, automáticamente sentimos una emoción positiva que nos produce bienestar y expresamos una respuesta coherente a ese sentimiento. Si es negativo, desarrollamos una emoción del mismo signo. 

El miedo, la rabia, el estrés, la tristeza, etc., significan automáticamente una reacción de parálisis, más pensamientos de autocastigo, y nada, en definitiva, que nos ayude a elaborar la mejor respuesta ante lo que está ocurriendo.

¿Por qué tenemos pensamientos negativos o positivos? Normalmente no ocurren por el hecho en sí, sino por las creencias internas que todos tenemos sobre las cosas, formadas por nuestra educación y por los valores que nos han transmitido nuestros padres. 

Veamos algunos ejemplos:

Acontecimiento: “Veo a alguien pintando un grafiti”.



Ahora lo aplicaremos a una situación completamente distinta de la anterior:

Acontecimiento: “Estoy en los minutos previos a una entrevista de trabajo”.

Pensamiento A: “Voy a hacerlo lo mejor que pueda. Confío en mí. Si lo consigo, perfecto, si no, tendré más oportunidades en el futuro”.


Pensamiento B: “No puedo desaprovechar esta oportunidad. Si no consigo el puesto, no sé cuándo volveré a tener otra oportunidad. Necesito trabajar ya, y me la juego”.



En el caso del pensamiento tipo A –repetido varias veces al día-, vivo mi realidad de manera placentera. En el caso de tener pensamientos tipo B, vivo mi realidad de manera negativa, sintiéndome mal constantemente. Y eso LO HAGO YO. Todo depende de mi percepción de la realidad. Y esa percepción depende de las creencias con las que me han educado. 

No se trata tanto de cambiar las creencias, que es bastante complicado por cierto, sino de detectar los pensamientos negativos que tengo e intentar cambiarlos por otros positivos que van a ayudarme a sentirme bien. 

En próximos post iremos aprendiendo a identificar esos pensamientos negativos y sabremos cómo detenerlos y cambiarlos por otros positivos. Como veremos, no se trata de traicionar mis valores y creencias; se trata de entender por qué a veces los pensamientos que tenemos son irracionales o erróneos. 

PRÁCTICA
En esta ocasión practica la introspección y antes de dar una respuesta, intenta identificar el pensamiento que ha seguido a cualquier situación y que te ha producido la emoción que estas sintiendo. Esto es difícil, pero es el primer paso.

Si necesitas más información, contacta con nosotros en el correo info@emotionhr.com.

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