Más salario emocional, más desarrollo de talento

A la hora de cuidar el talento de una empresa, hay algo que no falla para desarrollarlo más si cabe: el salario emocional

El salario emocional es fundamental para el desarrollo y mantenimiento del talento dentro de una empresa. Pero, ojo, dejemos de lado salario emocional sólo como una sucesión de incentivos monetarios. Es mucho más que eso.

Porque en lo que al salario emocional se refiere, no se trata de verlo únicamente como una colección de incentivos económicos. Es decir, bonos, premios, vales para comer, etcétera. El salario emocional hay que verlo como algo más genérico, algo que engloba la parte material, pero también la parte inmaterial de la persona, la que no se puede ver ni tampoco recompensar de manera económica sino estimulando medidas para que exista un equilibrio real entre la vida personal, social y laboral.

El salario emocional

Y es competencia de los líderes de la empresa cuidar de ese salario, de sus condiciones y de que sea retribuido de manera correcta entre su talento.

¿Maneras de hacerlo? Muchas: desde escuchar sus inquietudes y necesidades hasta entender cuáles son sus metas a corto, medio y largo plazo, pasando por el desarrollo de un plan de crecimiento que contemple, asimismo, sus objetivos personales.

¿Ejemplos? Lo podemos resumir en una única palabra: imaginación; que sea el líder quien se involucre en cómo cuidar y desarrollar su talento y cuál puede ser la mejor manera de hacerlo. Y eso pasa por contemplar planes para permitir que dicho talento progrese y se desarrolle en la empresa hasta donde considere oportuno, por reconocer su valía cuando así lo requiera, por mejorar la comunicación con él, por capacitarlo y actualizarlo de manera continua…

Ideas y maneras existen muchas, pero todo dependerá del grado de interés que ponga el líder en el desarrollo del talento que tiene en su empresa. Todo con tal de recompensarlo con cosas que le satisfagan más que unos cuantos euros más o unos días más de descanso al mes.