Contra el coronavirus, resiliencia

Se podría asemejar la lucha contra el Coronavirus como si fuera un maratón. Acabamos de comenzar a correr la prueba.

Resistir es la clave para seguir adelante en una situación como la provocada por el coronavirus Máxime cuando sus efectos no han hecho que empezara notarse y todavía queda mucho camino por recorrer.

No hay mejor término para resumir la lucha contra el coronavirus que la resiliencia. Especialmente cuando aquél se manifiesta siempre en forma de miedo, preocupación y ansiedad. Efectos, por otra parte, completamente comprensibles en el escenario actual.

¿Cómo salir airosos de este escenario? Mediante la resiliencia.

¿Recuerdas la película Zorba el Griego, magníficamente interpretada por Anthony Quinn? Esa escena en la que asiste atónito al derrumbe de lo que tanto esfuerzo le había costado construir. ¿Cuál fue su respuesta ante esa desgracia? Ponerse a bailar. El resultado es esa escena ya mítica para la historia del cine de Anthony Quinn marcándose un sirtaki griego a ritmo de la música de Mikis Teodorakis. 

Y es que es así: la vida es una resistencia continua, y siempre encarándola con una sonrisa para afrontar las adversidades. Total, ¿qué más puede salir mal en una situación como la que vive Zorba? 

Esas risas que se echa al final de la película mientras pronuncia esas ya míticas palabras ―«¿vio alguna vez un desastre más esplendoroso?» ―, sin dejar de bailar, son la mejor manera de resumir un sentir golpeado por la desgracia, pero nunca doblegado por ella.

El después

Porque el ahora está resultando duro, y posiblemente todavía no hemos visto su peor cara, pero lo que vendrá después, es decir, la crisis económica resultante de esta parálisis sin precedentes en la economía global, es algo para lo que hay que estar preparados.

¿Lo estás?

Para afrontar lo que nos viene , que será largo y duro —no se trata de asustar, sino de reflejar la realidad tal como es— serán más necesarias que nunca la calma, la serenidad, la prudencia y la valentía. En consecuencia, la resistencia ante la adversidad; se trata de saber administrar tanto ahora como después todo lo que hemos aprendido desde un punto de vista emocional y tirar de nuestras reservas emocionales, psicológicas y espirituales.

Por lo tanto, es momento de conservar la calma. La clave para salir delante de esta situación dependerá de la manera de gestionar nuestros recursos, de todos aquellos que se encuentren a nuestro alcance.

Todos los expertos, tanto los más arriesgados como los más conservadores, están de acuerdo en que el coronavirus cambiará, y de manera definitiva, nuestra manera de ver el mundo; pero también es visto por muchos de aquellos como una oportunidad única para cambiar la manera en que nos hemos comportado hasta la fecha, cómo hemos trabajado, e incluso cómo nos hemos relacionado con los demás.

En definitiva, ha llegado el momento de cooperar, de tener compasión por los demás, de demostrar la generosidad que tenemos dentro, de mostrar nuestra grandeza. Y quien no tenga en cuenta estos valores o no los demuestre lo suficiente, está condenado a desaparecer como una consecuencia de un virus que ha venido para cambiar todo lo que hemos conocido hasta la fecha.