No más Quejas

¿Eres consciente de que vives en una constante queja?

Estoy segura de que vives rodead@ de gente que se queja, sin ser consciente de que tu también lo haces a diario y ¡muchas veces en el mismo día!. De hecho, lo estás haciendo cuando te lamentas de esos quejosos. 

Puede que estés pensando que es imposible evitarlo, que cada día la vida te presenta problemas o simplemente te pone “palos en las ruedas” que entorpecen tu bienestar y lo único que te queda es protestar. Recuerda que los supuestos tóxicos que siempre se están quejando se disculpan de la misma manera en que lo haces tu: no soy yo, es la vida que me lo pone complicado. 

¿Cuál es entonces la diferencia entre el tóxico y tú? Plantéate que podría no ser ninguna y que simplemente no eres consciente de tu nivel de ruido en ese aspecto. Puede que estés pensando que tú también tienes motivos para lamentarte, pero que simplemente no lo dices en alto, lo guardas para ti. Sé también consciente de que, aunque no resultes molesto para otros, lo eres para ti mismo, quizá eres tóxico para ti.

¿TE COMPROMETES AL RETO DE DEJAR DE QUEJARTE? ¿O de una manera más realista a reducir el volumen de tus quejas?

Te voy a sugerir una manera de hacerlo que quizá funcione:

Paso 1. Sé consciente de tu nivel diario de queja. Lleva contigo diariamente una libreta o descarga un contador en el móvil (hay apps para todo) dónde puedes registrar el número de veces que te quejas al día, de manera explícita, es decir manifestándolo a otras personas. Cada vez que te “pilles” quejándote, simplemente súmalo al número de quejas que llevas ya contabilizadas, sin escribir la razón. De esta manera, te entrenarás en ser consciente de cuantas veces te lamentas al día y así podrás detectarlo automáticamente en el futuro. Este paso podría durar toda una semana. 

Paso 2. Registra el número de quejas que no expresas. Si ya has contabilizado las veces en que te manifiestas en desacuerdo con la vida en público, toca hacerlo a nivel privado. Te sorprenderás cuando compruebes que eres una “queja andante”. Regístralo de la misma manera que hiciste en el paso 1. 

Es importante que no te culpes cuando descubras el alto volumen de quejas que realizas al día, piensa que ya has dado el primer paso para reducir su volumen. 

Paso 3. Detén la queja. Cuando te hayas entrenado en el registro de la queja, tendrás consciencia y sabrás detectar el momento en que vas a emitir una nueva. Ahora debes introducir un elemento justo en ese momento: detente y repite la frase “en realidad no conozco la razón última que motiva esta situación” o en el caso de las personas “en realidad no conozco lo que motiva a esta persona a hacer/decir esto”. Y si no sabes realmente la causa que motiva lo que ocurre, date cuenta de que no puedes juzgarlo. 

Por ejemplo, si alguien está corriendo para coger el bus y te molesta en su carrera, ya sabes que normalmente dirías algo así como “la gente no es educada” o quizá “la gente va a lo suyo molestando”, o algo parecido. Pero en realidad, tu no sabes si llega tarde a un examen de oposición, o no llega a tiempo a coger un tren importante o le han llamado de su casa con una emergencia. Antes de protestar piensa “realmente no sé por qué corre tanto” y detén tu queja porque no te suma en absoluto. 

Paso 4 Persiste. El volumen de tus quejas va a reducirse considerablemente cuando hayas integrado los pasos anteriores. Es posible que durante el mes de febrero comiences a ser capaz de detener tu dinámica habitual, sin embargo es necesario estar siempre en guardia en el futuro. Casi puedo asegurarte que eliminar la queja por completo no es posible, así que no te culpes por ello, la naturaleza humana es así, siempre fijándose en lo que no funciona. Te aseguro que reducirás tanto el volumen que eso te ayudará a ver la vida de una manera más optimista. 

Te resumo los pasos:

1. Se consciente del volumen de tus quejas diarias .

2. Asocia un anclaje a tu queja ya consciente “realmente no sé lo que motiva este hecho”

3. Persiste hasta que el volumen baje muy considerablemente.

4. Disfruta de los efectos positivos que causará en ti. 

¡Pruébalo! Las personas que lo han hecho se sienten más contentos con su vida. 

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