Talento para destacar, talento para elegir

El talento se ha convertido en el principal objetivo de las empresas. Dejarlo escapar o no prestarle la atención que requiere puede convertirse en un drama para ellas a medio y largo plazo

No, no me equivoco cuando digo que las empresas que dejan escapar el talento que atesoran por las causas mencionadas supone un drama para ellas. El talento es el principal elemento diferenciador actual entre empresas. De ahí la importancia de ofrecerle las atenciones que requiere.

El talento siempre se ha pagado. Se paga más porque destaca, porque el talento es un elemento de valor añadido para la empresa que lo posee. Contar con talento en las filas de cualquier empresa es sinónimo de calidad, de garantía de evolución; es sinónimo de que la empresa está lista para afrontar los desafíos que le presente el mercado.

Talento, sí, pero…

Pero el talento se puede marchar con la misma facilidad que llega a una empresa, y es su labor retenerlo. Pero no retenerlo a la fuerza, puesto que los tiempos de la esclavitud hace ya tiempo que quedaron abolidos, y si algo no acepta el talento son normas impuestas.

Porque el talento necesita libertad para desarrollarse, para demostrar de qué es capaz, de hasta dónde puede llegar. Con total libertad, insisto, pero en un ambiente óptimo para alcanzar los objetivos que se propone dentro de la empresa; objetivos que coinciden, pues la suerte de la empresa está ligada a la del talento y su desarrollo.

Un talento satisfecho, con unas condiciones laborales justas y de su agrado y al que se escuchan sus recomendaciones u opiniones, es un tesoro para cualquier empresa. Y ya sabemos lo que supone contar con un tesoro de esas características en los tiempos que corren.

Por lo tanto, mi recomendación es permitir al talento desarrollarse en unas condiciones lo más apropiadas y aceptables para él. Sin presión, pero vigilando de cerca sus movimientos para que vea que se siente querido y respetado dentro de la empresa.

Todo lo que no sea lo que acabo de exponer es una invitación al talento para coger la puerta de salida de la empresa. Y ya sabemos en qué se traduce eso, ¿verdad?