Si quieres ser feliz, guarda tus momentos felices para recordarlos cuando los necesites
Una manera de hacerlo es anotar lo bueno que nos ocurre y guardarlo en un bote de cristal
Anotar las cosas que nos ocurren para tenerlas siempre a mano puede ser una buena manera de entrenar tu felicidad, y así disfrutarlas cuando te haga falta.
¿Cuántas cosas buenas te suelen ocurrir al cabo del día? ¿Y de la semana? ¿Las sueles recordar a menudo o las olvidas con facilidad, o bien sustituyes por otras más recientes y de tendencia parecida?
¿Y por qué recordarlas todas a la vez y extender esa felicidad todo lo que puedas?
Se trata de un interesante ejercicio que te permite entrenar tu felicidad y, de esta manera, disfrutarla siempre que te apetezca. ¿Qué tienes que hacer para ello? Anotar en un papel todo aquello bueno que te ha ocurrido a lo largo de una jornada y guardarlo en un bote de cristal.
¿Para qué? Para recordarlos siempre y que así no se te olviden, pero también para incrementar tu felicidad, o bien abrirle las puertas en aquellos momentos que lo necesites por las razones que sean.
Pues una cosa que ha demostrado la ciencia es que nuestro cerebro actúan como un velcro para lo negativo, se queda adherido a él, y en cambio lo positivo resbala para marcharse, casi siempre, por el caño del olvido. Por lo tanto, nuestra tarea principal consiste en no olvidar aquello que nos llena de felicidad.
Y es tan sencillo lograrlo como apuntar aquellas cosas, todo lo que nos produzca felicidad al cabo del día, y guardarlas en un bote. Con esos recuerdos, el cerebro activa los circuitos que hacen falta para memorizar y recordar la alegría.
De esa manera tan sencilla lograrás revivir momentos que te hicieron feliz en algún instante concreto y evitar que acaben perdidos donde habita el olvido.
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