Céntrate en lo sencillo de la vida y aléjate de complicaciones
Busca la sencillez en todo lo que pienses o hagas
La vida son cuatro días. Si tantas veces has oído y oyes esto, ¿para qué complicártela con cosas difíciles? Te damos algunas pautas a continuación.
Nos complicamos demasiado la vida. Sí, es cierto, y de tal manera que nos ahogamos cuando vemos algo tan lejano de verse hecho realidad, o cuando nos inclinamos por un camino más complicado que otros parecidos y menos dificultosos. Porque, en definitiva, nos gusta complicarnos la vida. Y se puede decir que mucho.
¿Entonces? Si sabemos que nos vamos a complicar la vida haciendo tal o cual cosa, ¿por qué nos la complicamos? ¿Acaso no sería más sencillo optar por lo fácil, por aquello que supone menos esfuerzo, si al final el resultado va a ser el mismo o parecido?
La vida se compone de elementos sencillos, casi básicos, y a partir de ellos es cómo complicamos todo lo que nos rodea a la hora de tomar decisiones o realizar aquello que queremos. Y lo que de verdad transmite son esos elementos sencillos, la claridad, la sencillez a la hora de actuar o de exponer las cosas.
Lo que nos gusta es envolver las cosas con adornos, y cuantos más mejor, para demostrar lo que nos ha costado conseguir tal o cual cosa, sin darnos cuenta de que, una vez desvestidas de aquellos adornos, lo que encontramos es lo mismo que podríamos haber conseguido de una manera más sencilla. Y lo mismo cuando se trata de explicar algo. Concreción, sencillez y claridad.
En definitiva, lo que realmente merece la pena y lo que vale, más allá de revestimientos o artificios que convierten lo sencillo en una complicación. Algo en lo que somos unos grandes expertos.
FUENTE: La nación
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