El estrés del azúcar
Una investigación demuestra que solemos combatir el estrés comiendo dulces
Estar estresado nos lleva a comer cualquier cosa que contenga dulce. Así concluye una investigación conocida recientemente. Solución que no es precisamente la mejor para tu cuerpo y que puede ser sustituida por otras alternativas mucho más saludables.
¿Te ha ocurrido que en ocasiones el estrés se ceba contigo y sientes, de repente, unas ganas irrefrenables de comerte un donut, una chocolatina o algo parecido? El culpable es el estrés, y comerte algo dulce es la respuesta más frecuente ante un cuadro de aquellas características.
Porque una reciente investigación ha demostrado que ante una situación de estrés recurrimos al consumo de azúcar, que tiene como consecuencia una disminución del cortisol, la llamada hormona del estrés.
Así, en el caso de personas estresadas, se ha demostrado que la ingesta de dulce reduce aquella sensación, de tal manera que su consumo se traduce en una sensación de bienestar —aunque sea efímero— y en una reducción del estrés.
Sería una solución óptima, es evidente, de no ser porque demasiado consumo de azúcar nos hace más vulnerables a la obesidad y sus afecciones relacionadas. Pues si bien un consumo moderado nos permite mantener a raya el estrés o la sensación de desbordamiento que a veces se apodera de nosotros —y a su vez, buscar una solución a la situación que padecemos—, el abuso se revela como algo perjudicial para nuestra salud. Por citar dos, el sobrepeso y el desarrollo de diabetes tipo 2.
Exceso, repetimos, pues todo lo que no lo sea y se ingiera con conocimiento será bien recibido por tu cuerpo. Aunque nunca está de más sopesar alternativas para reducir el estrés que nos rodea día tras día tales como la meditación, la práctica de ejercicios de relajación —como el yoga—, o simplemente haciendo ejercicio continuado.
FUENTE: Teckcrispy.com
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