Wellness en casa: cómo vencer los contras del teletrabajo
Vencer las contrapartidas del teletrabajo es sencillo si se pone voluntad de hacerlo
Se dice que el trabajo lleva asociados una serie de contras que echan para atrás a muchas personas que estarían dispuestas a disfrutar de sus beneficios. Temas como la comida o el sedentarismo son algunas de esas cuestiones. Cuestiones que tienen fácil solución. Todo depende de cada cual y de sus ganas.
Lo primero, la cifra: mientras la media de empresas europeas que apuesta por el teletrabajo es del 35%, dicha cifra se queda en el 27%, según datos del INE. No obstante, cada vez son más las personas que apuestan por esta modalidad y también las empresas que la fomentan/permiten/facilitan.
No obstante, sobre quienes querrían pero no se atreven a dar el paso sobrevuelan una serie de contras, es decir, aquellos aspectos negativos asociados al teletrabajo, y que son los que los echan atrás.
¿De qué contras estamos hablando? El primero de ellos, comer en casa. Una ventaja inmensa, dado que, así, se pueden controlar los ingredientes utilizados para preparar la comida, algo muy recomendable y saludable. La mejor manera de despedirse del tupper de cada día, o bien de no ser víctimas de las exquisiteces del bar de la esquina en todas sus modalidades y formas.
¿Lo negativo? La tentación de la nevera, siempre tan cerca, siempre tan poderosa. Todo depende de la voluntad de cada cual, de su poder de evitar la tentación. En ese caso, contar con fruta siempre disponible es una manera sana de afrontar la tentación que supone contar con la nevera tan cerca.
El segundo, se evita la pérdida de tiempo en desplazamientos hasta la oficina. Se aprovecha más y mejor el tiempo, pero también tiene su contrapartida: el sedentarismo, pues de la otra manera se sube y se baja escaleras, se recorre un trecho andando, se cruzan pasillos… Lo que desaparece con el teletrabajo.
Una buena solución es imponerse ejercicio diario, bien en forma de bicicleta estática o simplemente saliendo a correr. Una hora al día puede ser más que suficiente, y sus efectos se pueden cuantificar, por ejemplo, con una pulsera de actividad. Así sabrás la cantidad de pasos que das al día. Un paseo después de comer, ir a la compra, sacar a pasear al perro… Te sorprenderá la cantidad de pasos que puedes dar al cabo del día.
Y tercero, y no menos importante: la falta de interacción con otras personas, lo que puede hacerte una persona más introvertida o retraída desde un punto de vista social. Por eso es tan importante marcarte unos horarios de trabajo, o bien acudir a trabajar a un espacio de coworking varios días a la semana. Además de mantener interacciones con otras personas como tú —especialmente en el caso de que seas autónomo o autónoma—, ganarás desde el punto de vista físico, pues harás más ejercicio que en casa.
FUENTE: Vitonica.com
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