Despacito…

Estarás hasta las narices de escuchar la canción de Luis Fonsi, ¿Verdad? Y, sin embargo, su mensaje viene que ni pintado para lo que queremos contarte hoy. Porque despacito las cosas saben mejor, se entienden mejor, se disfrutan mejor.

¿Cuánto tardas en comer? ¿Tan poco? ¿Y por qué tardas tan poco en comer? ¿Acaso no sabías que, si todos tuviéramos más en cuenta cosas como comer más despacio, vivir el momento con calma o ir más tranquilos por la vida seríamos más felices y no dormiríamos tan angustiados, por ejemplo?

Saborear los alimentos, por ejemplo. ¿Los saboreas? ¿Sabes a qué sabe lo que comes, o directamente lo engulles porque tienes que alimentarte para proseguir la jornada? Párate, usa los cinco sentidos para comer o para cualquier cosa que hagas. Sé consciente de lo que haces, de lo que tienes entre manos. Vívelo, y siempre despacio.

¿Cuándo fue la última vez que usaste los cinco sentidos a la vez o, al menos, varios de ellos? ¿Cuándo fue la última vez que te paraste a contemplar un atardecer mientras olías lo que el aire te traía? ¿Cuándo fue la última vez que disfrutaste de algo, pero de verdad?

Todo consiste en tomarte tu tiempo para hacer las cosas, en pararte a pensar, en… ¿Cuántas cosas te has perdido en los últimos tiempos por ir a la carrera, por terminar las cosas mal y pronto, por encadenar una actividad tras otra por intentar abarcar todo lo que tienes pendiente?

Despacito, recuerda, como canta Luis Fonsi. Tiempo para saborear las cosas, pero también para analizarlas antes de tomar una decisión, antes de dar un paso. Tiempo para ser consciente de quién eres, dónde estás, qué pretendes y qué quieres conseguir. Tiempo, en definitiva, para tener todo el control en tus manos y, así, poder actuar en consecuencia. 

Pero siempre despacito. ¡Nunca lo olvides!