¡Pon un poco de Kintsukuroi en tu vida!
Se trata de un reto japonés que te propone recuperar la autoestima en solo seis pasos.
Los japoneses son unos artistas, y en todos los sentidos. Capaces de transformar algo viejo en un elemento nuevo y deslumbrante, tienen clara una cosa: explicar el camino para alcanzar la felicidad. Así, todo lo que hacen tiene ese propósito, busca ese objetivo. La recompensa también está clara: el bienestar emocional.
Para ello se valen, como metáfora, del arte del Kintsugi, que consiste en recomponer piezas rotas rellenando las grietas con oro o plata. El resultado es algo bello, imposible de comparar. Metáfora, decía. En efecto: tú. Pues si sales de una frustración emocional que te ha afectado o afecta como nunca, nada mejor que tirar de este arte para reconstruirte para salir más fuerte que antes. O lo que es lo mismo: aprender de la experiencia para crecer, aumentar tu autoestima.
· Recoger los pedazos del fracaso sufrido para recomponerlos lo antes posible, nunca esperar a tocar fondo. Mientras eso ocurre, no podemos desperdiciar nuestra vida. Hay que vivirla aprendiendo de lo pasad para que nunca más nos vuelva a ocurrir.
· Entender lo ocurrido, desde la distancia del tiempo pasado, ayuda a entender lo que ocurrió.
· Aprender siempre de lo que aconteció y nunca dejarlo caer en saco roto, ni tampoco olvidarlo.
· Afrontar siempre lo ocurrido, lo malo, y no encerrarte en tu interior. Es vital darte tiempo para aceptar la situación y luchar para salir adelante.
· Reconstruir tu vida, que no repararla. Reconstruir te harás más fuerte, pues habrás aprendido del pasado. Reparar es un parche sin más, y los parches terminan por saltar tarde o temprano.
· Cicatriza las heridas como ejemplo de tu fortaleza y valentía. Nunca te avergüences de lo ocurrido. Aprende a compartirlo con los demás.
Y después, busca pequeñas alegrías que te motiven a seguir adelante. Siempre hay un motivo cada día que nos invita a ser felices.
FUENTE: fashion.hola.com
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