La sangre de tu tristeza
Es el título de una canción del disco ‘Camino Soria’, de Gabinete Caligari, pero también el reflejo de algo que nos embarga en alguna que otra ocasión. Esa tristeza que no nos deja ser lo que realmente somos o queremos ser. Y como decía la canción, ¿por qué no enamorarse de ella para dejar de sentirte un ‘desgraciao’?
En 2018 se cumplirá el 30º aniversario del lanzamiento de uno de los mejores discos de la historia del pop español: Camino Soria, de Gabinete Caligari. Y dentro del disco, ocho temas a cada cual mejor. Pero uno de ellos llama especialmente la atención: ‘La sangre de tu tristeza’.
«Si te sientes un pobre ‘desgraciao’, si te duele la vida o te han ‘dejao tirao’…». Así comienza la canción. Una declaración de intenciones, desde luego. La desgracia personificada, la tristeza navegando por una sangre que circula, pero que no fluye. Curiosa contradicción, ¿verdad?
Circula, circula. Si no lo hiciera, dejarías de existir de inmediato. Un fallo de cualquiera de tus órganos por falta de riego sanguíneo y adiós a eso de pagar facturas, de fumar o, simplemente, de dar un beso a quien más quieres. Circula, sí, pero no fluye. Y si no fluye, directamente no eres tú, dejas de ser esa persona que acostumbras a ser.
¿Por qué no fluye? Por muchas y variadas razones: preocupaciones, tristeza, miedos… Cosas que te atenazan, que no te permiten disfrutar de las cosas. Hemos hablado de la tristeza, a cuya sangre canta Gabinete Caligari, y ellos lo tenían claro: enamórate de ella.
¿Cómo me voy a enamorar de mi tristeza?, te estarás preguntando. No, no te digo que te enamores de ella, sino que sepas llevar ese estado de ánimo que de cuando en cuando te/nos embarga para que no te impida dejar de hacer cosas; para no dejar de ser persona, en definitiva.
Cierto, los problemas, problemas son y, en algunos casos, realmente graves, pero tienes dos opciones: o dejas que te devoren y te anulen como persona, matándote en vida, o sigues adelante, te coges a esa tristeza, la guardas en tu mochila vital y aprendes a caminar con ella como compañera, dado que no te la vas a poder/querer quitar de encima. Y mantienes tu vida, tus momentos, tu ritmo, sacando todo el provecho de tu existencia, de las experiencias que vivas, de las personas que ames y de la gente que quieras.
En definitiva, que te enamores de tu tristeza para dejar de ser un pobre ‘desgraciao’. «A tu ‘lao’, a tu ‘lao’». 😊
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