¿Te apetece probar la receta Küppers?

Hoy te propongo una receta muy sencilla de elaborar. ¡No! No pienses que vamos a cocinar ni nada parecido. Lo que te propongo es que elabores una receta que te permitirá darte cuenta de que muchas de las cosas que crees dramas, no lo son. ¿A que te llama la atención? Pues sigue leyendo.

Sí, la vida está llena de dramas. Así es la vida. Alegre, divertida y emocionante de disfrutar, y a la vez tan dura, agria y maldita de soportar. Por lo tanto, es habitual que quien más quien menos te venga diciendo que ha conocido tal drama o que está viviendo un drama de proporciones bíblicas.

¿Seguro?

¿A que también has pensado eso en alguna que otra ocasión al escuchar el contenido de ese supuesto drama? Que luego no es drama ni nada, sino simplemente un ahogamiento en un vaso de agua. Y siendo eso, aun así, hay gente que todavía sigue ahogándose o se enfrenta a callejones sin salida cuando uno de esos supuestos dramas le sale al paso en la vida.

Y no, no son dramas. 

¿Cómo saberlo? Ahí es donde entra en juego la ‘Receta Küppers’. Su autor, como bien habrás adivinado, es Víctor Küppers, y lo que te propone es lo siguiente: escribe cosas que te estén ocurriendo en este momento. Esas cosas a las que llamas dramas, es decir, que no tienen solución. Ésas, en una columna. A continuación, escribe otras en otra columna que vamos a llamar ‘circunstancias a resolver’. Bien.

¿Qué pasa? Que vas a empezar a pasar cosas de la columna de dramas a la de circunstancias a resolver. ¿Ves por qué? Porque la mayoría de esas cosas que nos afectan de manera negativa y que creemos insalvables, no lo son. Son perfectamente resolubles.

Ahora, haz lo contrario: escribe otras veinte cosas, pero éstas, brillantes. 20 cosas brillantes que tengas en tu vida. ¡Anda! ¿Has visto cuántas cosas positivas tienes en tu vida? ¿Te das cuenta de que realmente eres una persona privilegiada?

Así que, la próxima vez que estés de bajón o necesites un chute de autoestima, recurre a la ‘Receta Küppers’. ¡Deliciosa y nutritiva a más no poder para tu espíritu!