Kaizen para dejar de procrastrinar: método 1 minuto

¡Tu problema es la pereza! ¿Se lo has dicho alguna vez a tus hijos?, ¿te lo has dicho a ti mism@?, ¿te lo decían tus padres? Yo tengo que contestar SÍ a las tres preguntas. 

Procrastrinar, el nuevo palabro para denominar a la pereza de toda la vida, es un deporte muy extendido. Sólo reconocer que lo haces y que deberías darle solución produce una gran pereza. El método ‘1 minuto de Kaizen’ puede ser la solución.

Kaizen es una palabra japonesa que significa “cambio a mejor” o “mejora”. El Kaizen es una metodología que se aplica normalmente en empresa. Se basa en un proceso de mejora continua a partir de acciones concretas y simples, que normalmente implica a todos los trabajadores de una empresa: desde los directivos hasta los trabajadores de base. 

Desde mi punto de vista podemos aplicar algunas pautas de Kaizen a nuestra vida personal. Por ejemplo, el método 1 minuto para dejar de procrastrinar. ¿En qué consiste?

Se trata de cambiar los hábitos personales de manera sencilla instaurando aquellos comportamientos que deseas introducir, empleando tan sólo un minuto cada día y siempre a la misma hora.

Por ejemplo, supongamos que no eres capaz de archivar los papeles importantes y terminan convirtiéndose en una gran montaña. Te propones ocuparte de ellos los viernes para que no se acumulen mucho, pero cuando llega ese día miras la torre de papeles y te vienes abajo. 

Pues bien, el método propone que todos los días a una hora concreta, pongamos las 5 de la tarde, durante tan sólo un minuto, te ocupes de archivar tan sólo lo que te dé tiempo en ese minuto. 

¿Qué consigues con esto? Pues avanzar sin esfuerzo en tu propósito, porque un minuto no supone trabajar demasiado. Además, hacerlo cada día a la misma hora ayuda a crear un hábito. Tu percepción es positiva porque emplear un sólo minuto no supone demasiado coste, y existe recompensa al comprobar que la montaña de papeles se ha rebajado considerablemente en solo una semana. El refuerzo positivo crea el hábito y cuando conseguimos que lo sea es infinitamente más sencillo acometer la tarea.

Pues bien, aplica esto a lo que desees en la vida: ordenar el armario, terminar de organizar el álbum de fotos familiar, retomar el ejercicio diario (en este caso, aumentará progresivamente el tiempo que le dediques, pero porque el cuerpo te lo pedirá), retomar el hábito de lectura, meditar… Lo que quieras.

Envíanos tus comentarios. Escríbenos a info@emotionhr.com.

Comentarios

Entradas populares