Claves para practicar Job Crafting: adaptar tu puesto de trabajo

¿Es posible adaptar el trabajo a la persona? Estamos acostumbrados a lo contrario: a mejorar nuestras competencias para adaptarnos a las exigencias de nuestro puesto de trabajo. Pues bien, desde la óptica del Bienestar Empresa cobra cada vez más fuerza el Job Crafting, una manera de entender nuestro trabajo de manera dinámica y adaptable al empleado. 

Indudablemente, las exigencias de nuestro puesto de trabajo evolucionan a medida que lo hacen la sociedad y sus necesidades. De ahí que debamos continuar adquiriendo conocimientos y competencias para adaptarnos a esas nuevas exigencias a lo largo de nuestra vida laboral. Sin embargo, existe una manera de comenzar un proceso inverso, comprometiéndonos a adaptar personalmente nuestro puesto de trabajo a nuestros talentos e intereses.

He encontrado muchos artículos y post explicando lo que es Job Crafting, pero casi ninguno explicando la manera de practicarlo.  Te doy algunas claves:

· ENRIQUECER EL PUESTO: identificar tus fortalezas (existen herramientas para conocerlas) e incorporarlas a tu trabajo es la mejor manera de adquirir bienestar, por encima de la gestión de emociones y cualquier otro método que puedas conocer. Hacer lo que te gusta imprime pasión y entusiasmo a lo que haces. 

Evidentemente, no es posible transformar lo que haces en algo totalmente distinto por regla general, pero puedes introducir pequeños detalles que vayan transformándolo en parte y que sumen satisfacción a lo que haces.

· AUMENTA LOS RETOS: es muy conocido el caso del empleado de una cadena de montaje en los años 50 que debía realizar una tarea única y repetitiva durante las 8 horas de su jornada, día tras día. Pues bien, esta persona se imponía retos personales para motivarse, como reducir la velocidad entre transiciones o intentar reducir el tiempo de la tarea, etc. 
Proponerte retos personales que te motiven funciona. Te invito a que lo pruebes

· DISMINUIR LA DEMANDA: en ocasiones, el problema no es lo que haces, sino la falta de tiempo para culminarlo con éxito. Hablamos no sólo de estrés, sino también del malestar asociado a no haber atendido tu trabajo como quisieras, incluso sin haber parado todo el día. 

En este caso, es muy aconsejable que trabajes activamente para encontrar soluciones para reducir la demanda: delegar, automatizar, redistribuir la carga pueden ser opciones. 

Posiblemente, al leer este artículo, consideres que es difícil poner en práctica estas medidas. En ese caso, intenta al menos encaminar tus pasos en este sentido para contribuir dentro de lo que puedas a mejorar proactivamente tu entorno de trabajo.

Y si necesitas consejo, no dudes en escribirnos a info@emotionhr.com. ¡Esperamos tus dudas!

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