Felicidad ligada a la capacidad cerebral
Vamos a tratar una evidencia: nuestro cerebro tiene un enorme potencial para que seamos felices. ¿Cómo podemos desarrollarlo para serlo? Una cuestión a la que da respuesta Harald Harung, doctor en Filosofía, en Ciencia Cognitiva e investigador. Sus reflexiones son la mar de interesantes.
Harald Harung es claro: la felicidad está ligada a la capacidad cerebral. Y no es una conclusión a la que haya llegado así, de repente, sino que es fruto de 40 años de trabajo. 40 años estudiando el rendimiento de los números 1 en campos tan dispares como ejecutivos de alto nivel, deportistas y músicos.
¿Qué lleva a todos ellos ser lo que son? La motivación. Pero no se trata de motivaciones económicas, familiares o una cuestión de fama o ego, no; se trata más bien de buscar el propósito de las cosas, de expresarse por sí mismos, de encontrar el significado de lo que hacen.
¿Cuántas veces has oído aquello de “tal o cual es feliz con lo que hace”? ¿Qué hace? Da igual lo que haga o cual sea su actividad: es feliz. Y ahí radica el interés de este estudio: demostrar que la realización de aquellas actividades que nos llenan son las que no hacen más felices, las que nos hacen disfrutar de un estado de bienestar.
Vale, pero ¿qué relación existe entre tocar el violín o cerrar una operación empresarial y ser feliz? La acción en sí misma, el desarrollo de la actividad y cómo ésta se refleja en el cerebro. Es decir, estamos ante personas habituadas a ejercitar su cerebro con frecuencia. Y eso es, precisamente, lo que les impulsa a ser más felices, a disfrutar de lo conseguido, a estar contentos con lo que hacen.
Volvamos a Harald Harung. Después de sus investigaciones, lo tiene claro: existe una relación directa entre el desempeño óptimo de una actividad y los estados de conciencia de una persona, relacionados con calma interior y felicidad en medio de una actividad dinámica. Altos estados de conciencia que son accesibles a la fisiología cerebral humana mediante la práctica de ejercicio físico moderado, durmiendo lo suficiente, escuchando y tocando música...
“Si queremos, podemos alcanzar una edad de oro de la humanidad”, dice Harald Harung. Una conclusión que augura grandes momentos.
¿Qué te parece? Si quieres saber más al respecto, nos puedes escribir a info@emotionhr.com.
FUENTE: La vanguardia
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