En el Flow está la solución
Flow. Fluir en castellano. Ahí está la solución. Al menos, en lo que se refiere a buscar la felicidad dentro de la empresa. Un estado que puede tener un papel muy importante en la explosión de la creatividad y, por ende, en la felicidad en el trabajo.
Flow. ¿Qué se entiende por Flow? No, no se trata de ir por la calle con la gorra ladeada, haciendo gestos con los dedos y rapeando sin parar hasta casar letra y música, no. Se trata de un estado que permite a la persona concentrarse en su actividad, y nada más.
¿Qué aúna el Flow? Aúna energía, implicación con lo que se hace, el éxito como objetivo de lo que se está haciendo. En definitiva, ser feliz con lo que se hace. Y eso, en el trabajo, es sinónimo de productividad. Al fin y al cabo, es lo que cuenta, ¿o no?
¿De qué se trata, entonces? De darte cuenta de tus posibilidades y del entorno que te rodea. Si las primeras son buenas y las segundas son óptimas, el reto de trabajar feliz está conseguido. Si una de aquéllas falla, evidentemente no tendremos la felicidad en el trabajo a nuestro alcance.
Y ahí es donde viene el papel de la empresa. A ella le compete poner a disposición del empleado las herramientas necesarias para trabajar a gusto. Porque aquél quiere, cuenta con la predisposición para hacer su tarea lo mejor posible, lo desea. Lo que no se traducirá de forma positiva si la empresa no pone de su parte a la hora de conseguir ese objetivo.
Flow, en definitiva. Disponer de las condiciones necesarias para explotar la creatividad de la persona. Que sea feliz trabajando, vamos. Y eso, en buena medida, pasa por la empresa.
Y si quieres saber algo más sobre este particular, que sea el mismo Mihaly Csikszentmihalyi quien te lo explique en el siguiente vídeo:
Y para cualquier cosa más sólo tienes que escribirnos a info@emotionhr.com.
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