¿Buen clima laboral en la empresa? ¡Sí, se puede!

¿Qué prefieres? ¿Disfrutar de un clima plácido mientras trabajas o soportar gritos y voces a todas horas? ¿En qué ambiente rindes más, en uno caracterizado por las buenas caras y la colaboración o en otro en el que predominan las malas caras y todo se hace a la voz de ya? Que lo primero sea moneda común y lo puedas disfrutar en todo momento es cuestión de marcar una serie de pautas de comportamiento en la empresa. ¿Cuáles? ¡Vamos con ellas!

No hay que ser muy avispado para comprobar que una persona rinde más si a su alrededor hay un buen ambiente, y mal si lo que la rodea es lo más parecido a Vietnam. Por lo tanto, todo se reduce a una cuestión: ser o no más productivo. Y para eso no hay mejor medicina que disfrutar de un buen clima laboral.

NOTA: que dicho clima laboral exista es competencia de todos: desde el máximo jefe de la empresa hasta de la persona que repone la máquina del café o de chucherías varias. En ocasiones, incluso, es más sencillo que sea ésta la que más empeño ponga porque en la oficina exista un buen ambiente, que lo haga la otra. ¿A que sí?

Hecho este paréntesis, habrá que procurar que en la oficina predomine siempre el mejor ambiente laboral posible. Y eso, ¿cómo se consigue? 

Básico: el respeto. Respeto, ante todo. Respeto y tolerancia. De igual a igual, sin voces, gritos ni chillidos. Y, como en el caso anterior, lo mismo da el jefe supremo que el reponedor de la máquina de refrescos. Todos se merecen un respeto y el respeto es esencial para que un equipo de trabajo funcione. Si no, como diría el gran Joaquín Reyes, vais ‘daos’.

Una vez el respeto domina las relaciones entre todos, un equipo no sale adelante sin colaboración entre sus miembros, ni mucho menos fomentando la competición entre sus miembros. Porque se trata de un equipo y si gana, ganan todos lo mismo que si pierde. Y la historia está llena de casos de éxitos apoyados en la unión entre distintos grupos o personas. Eso no es óbice para no dar rienda suelta a la autonomía. Sin duda, una de las mayores palancas que tiene el trabajador para sentirse importante dentro de una empresa. Porque que tenga las ideas claras, las pueda poner en práctica y compartir con todo el equipo no puede conducir más que al éxito. Garantizado, como dice la cuña de publicidad de una reconocida marca de seguros.

A todo lo anterior hay que unir tres aspectos claves para convertir el buen ambiente laboral en el pan nuestro de cada día: un espacio físico agradable, el fomento de la conciliación y la existencia de empatía entre todos los miembros del equipo

Está claro que a todos nos gustaría acudir a una oficina donde la música fluyera por altavoces, que tuviésemos todas las comodidades a nuestro alcance -descansos en el trabajo, lugar apropiado para comer, para desconectar, etcétera-. Lo que también está claro es que nadie desea ir a trabajar a la casa de la Familia Monster, donde se trabaja de susto en susto. Ni tanto ni tan calvo, pero, al menos, que el lugar donde se trabaje sea lo suficientemente agradable para todos.

En cuanto a conciliar… Pues eso, ¿qué más se puede decir al respecto cuando más y más empresas se dan cuenta cada día que pasa y apuestan por ella? Pues eso, repetimos.

Y, por último, un poquito de empatía, por favor, entre todos los miembros del equipo. Que sabemos que fuera de la oficina cada uno tenemos nuestra vida y hay de todo, como en la viña del Señor, pero con empatía las cosas siempre se pueden llevar mejor. ¿O no?

¿Qué te ha parecido este post? ¿Quieres que te ayudemos a mejorar el clima de tu empresa? Escríbenos si lo deseas a info@emotionhr.com y lo hablamos 😊

Comentarios

Entradas populares