PÍLDORA 12: transmitir seguridad y confianza a través del comportamiento no verbal
El
famoso TED de Amy Cuddy en el que relacionaba poder y comportamiento no verbal
se ha convertido en el segundo más visto de la historia. En su momento creó una
revolución porque Amy nos decía que las posturas de poder tenían la capacidad
de hacernos sentir poderosos cuando las adoptábamos.
El lema de este TED era “fíngelo hasta que lo seas”. Te dejo aquí el enlace del TED
subtitulado
Con
el paso de los años, la psicóloga social de Harvard ha profundizado en el asunto
de la influencia que el cuerpo tiene sobre la mente y viene a confirmar una vieja hipótesis: adoptar un determinado gesto o postura es capaz de
desencadenar la emoción o actitud relacionada con ese gesto o postura. Por ejemplo,
el hecho de adoptar el gesto de sonreír tiene la capacidad de cambiar en
positivo nuestro humor.
Pero,
¿en qué consiste el comportamiento no verbal que transmite poder?
1. En primer lugar, la postura corporal.
Las posturas que denotan
confianza y seguridad personal son las posturas expansivas, en las que nuestro
cuerpo parece ocupar más espacio del que ocuparía en circunstancias normales
(como por ejemplo la famosa postura de “wonder
woman” con las piernas separadas y las manos en jarras a la altura de la
cintura).
2. Hay personas que denotan seguridad
al caminar. Son las que lo hacen
realizando amplias zancadas, mueven los brazos y mantienen en alto el mentón a
la vez.
3. La voz es también un elemento
que imprime poder personal. En concreto,
se relaciona también con una expansión de las cuerdas vocales. El efecto es una
voz de tono profundo y una velocidad
pausada. Hacer pausas al hablar denota confianza.
“Fíngelo hasta serlo” es un eslogan
elocuente y curioso. Según afirma Cuddy, si adoptas posturas de este tipo
durante 2 minutos antes de enfrentarte a situaciones estresantes (una
entrevista de trabajo, una presentación en público, una conversación
conflictiva con tu empleado o con tu jefe, o un examen) las probabilidades de
que tengas éxito aumentan radicalmente y aporta numerosa evidencia de que así
ocurre tanto en la vida real como en las pruebas de laboratorio que ha venido
realizando en estos años. Deducimos de todo esto que nuestro comportamiento no
verbal (posturas, gestos, movimientos) relacionado con una actitud determinada generan
en la persona esa actitud. No podemos negar que es una idea interesante.
A
nadie se le escapa que muchas personas, por su forma de comportarse y
relacionarse nos transmiten ese poder personal. Hasta ahora creíamos que
caminaban con firmeza o creaban silencio al conversar a consecuencia de su
autoconfianza. A partir de estos estudios, se abre una perspectiva insólita que
genera muchas posibilidades personales y es el hecho de que podamos autogenerarnos
esa autoconfianza simplemente fingiendo que la tenemos.
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