PÍLDORA 4: tengo un jefe tóxico
Un jefe tóxico no es más que una persona tóxica que, desgraciadamente, ocupa un puesto de responsabilidad sobre la gestión de personas. Lidiar con un jefe tóxico equivalente a hacerlo con una persona tóxica con la diferencia de que, precisamente, porque es nuestro jefe, merma nuestra capacidad para alejarnos libremente. Los jefes tóxicos son el principal ataque para conseguir la meta del bienestar en la empresa
En el célebre libro de Bernardo Stamateas Gente Tóxica se identifican varias personalidades de este tipo. El listado se puede dividir en tres tipos de formas de toxicidad:
· MANIPULADORES: El meteculpas, El psicópata, El manipulador, El orgulloso, El falso.
Este tipo de jefe consigue influir sobre tu comportamiento para que te alinees con sus objetivos. Estas personas sienten que tienen poder sobre ti.
Evidentemente, la solución es no otorgarles ese poder, entender cuál es su manera de influir sobre ti, empoderarte y neutralizarla.
Evidentemente, la solución es no otorgarles ese poder, entender cuál es su manera de influir sobre ti, empoderarte y neutralizarla.
· JUEGO SUCIO: El chismoso, El quejoso.
Divide y vencerás podría ser su lema. Este tipo de jefe utiliza el juego sucio para influir sobre los demás, elaborando rumores o haciéndose la víctima para conseguir que los demás actúen como él desea.
Alejarnos de su influencia incluye no dar credibilidad a estas manifestaciones.
Divide y vencerás podría ser su lema. Este tipo de jefe utiliza el juego sucio para influir sobre los demás, elaborando rumores o haciéndose la víctima para conseguir que los demás actúen como él desea.
Alejarnos de su influencia incluye no dar credibilidad a estas manifestaciones.
· NEUROTICOS: El agresivo verbal, El autoritario, El mediocre, El envidioso, El descalificador, El neurótico.
En este grupo podemos identificar a la mayor parte de las personalidades tóxicas. No en vano, se dice que todos llevamos un neurótico dentro de nosotros.
En general, hablamos de personas con falta de autoestima que proyectan su frustración sobre otras personas.
Las personas tóxicas que consiguen puestos de responsabilidad se convierten en jefes tóxicos. En la vida cotidiana y en laboral nos vamos a encontrar con personalidades que contribuyen a hacernos la vida un poco más difícil, y es oportuno contar con herramientas para tratarlos.
En próximos post veremos las herramientas personales que tenemos a nuestra disposición para minimizar o neutralizar la toxicidad de este tipo de jefes.
Escríbenos para sugerir, preguntar, aportar o lo que quieras a info@emotionhr.com.
Comentarios
Publicar un comentario