Claves para ser más influyente en el trabajo

El líder lo es porque lo es. Queda claro. Cada vez más. Y eso es producto de la gran competitividad que existe en el mercado. Todo consiste en desarrollar una serie de claves. Las que desarrollamos a continuación.

El líder destaca, llama la atención. Sobre todo, con los nuevos tiempos, las nuevas generaciones vienen pisando fuerte, y en algunos casos el descaro puede con todo. Eso se traduce en una competencia inmensa en el mercado. Y hay que diferenciarse. 

La menor manera de hacerlo, sin duda, influyendo en los demás. Y esa capacidad de influencia se puede traducir de muchas maneras: en una mejora del desempeño laboral de los compañeros, atrayendo a los clientes hacia los propios productos y servicios… Y eso es competencia del líder, la persona que más destaca dentro de una empresa. 

¿Ahora? ¿Por qué destaca ese líder? ¿Qué es lo que hace que sea la persona más influyente dentro de la empresa? Para empezar, quiere saber de todo acerca de la empresa, del negocio, de sus compañeros. Pregunta sin cesar y escucha las respuestas, las analiza. Y esa capacidad de análisis es la que le diferencia del resto.

Pero también sabe actuar de manera rápida y efectiva. Sabe dar rapidez al negocio, cuándo y cómo responder en todo momento y qué tareas son prioritarias respecto a otras. A lo que ayuda, sin duda alguna, su flexibilidad para adaptarse a cada situación, para evaluar todos los aspectos que rodean al negocio. Sabe ponerse en el puesto de otro o de otros y sacar las conclusiones que requiere el paso que va a dar.

A ello ayuda otro aspecto fundamental: es respetuoso con los demás, sus opiniones le importan. A lo que hay que unir su capacidad para fomentar la comunicación y la conexión con todos sus compañeros. Pero también su capacidad por mostrar interés por todo lo que ocurre a su alrededor, por las ideas que fluyen, de las que capta lo mejor, lo que le interesa.

Y, para finalizar, dos aspectos más a tener en cuenta: la persona realmente influyente está abierta a mejorar continuamente, y eso implica aprender sin descanso con el objetivo de perfeccionar su personalidad y competencia; y sabe cómo comunicar, pero también pedir que la comunicación sea en doble sentido para conocer la opinión de las personas que trabajan a su lado. 

Sólo así, de esta manera, se consigue ser esa persona que es capaz de influir en cualquier otra. 

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FUENTE: Equipos y Talento