Píldora 42: quizás eres resiliente… Y aún no lo sabes

Quizá aún no sabes lo que significa este “palabro” tan raro. Por eso, te lo vamos a explicar a continuación.
Por si no lo sabías, resiliencia es una palabra importada de la ingeniería que se define como la “capacidad de un sistema de soportar y recuperarse ante desastres y perturbaciones”. La psicología lo define como “capacidad de las personas de sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas”.

Las personas resilientes son capaces de superar las situaciones adversas de la vida y aprender de dichas situaciones. A simple vista, puede parecer que sencillamente hablamos de personas con capacidad de aguante, que simplemente soportan lo que llegue, sea lo que sea, y se rinden sin hacer nada. ¡Todo lo contrario! Las personas resilientes aceptan lo que está ocurriendo sin resistirse ante ello, sin reacccionar en contra. Y lo hacen porque, ante todo, es inútil resistirse ante lo que ya está pasando y no hacerlo supone evitar más sufrimiento. Pero no se rinden en el sentido de permanecer impasibles.

La fortaleza de un resiliente reside precisamente ahí, en la capacidad de no emplear esfuerzo, tiempo y sufrimiento inútil en rumiar lo que ha ocurrido dándole vueltas con el pensamiento.  Estas personas entienden que no se puede modificar la realidad, lo que ya ha ocurrido, lo aceptan y trabajan ante ello para lograr encontrar una solución adaptativa. 

Dicho de otra manera, mientras algunos se lamentan durante semanas por lo que ha pasado, otros –los resilientes- han aceptado lo ocurrido y están buscando una solución, pero sin desapegarse a un resultado positivo. Es decir, encontrar una solución es lo deseable pero, en caso de que no sea posible, toca de nuevo aceptar y “aprender” de la situación para intentar evitarla en el futuro.

Si eres resiliente, le tienes ganada gran parte de la batalla al sufrimiento. Sufrir, desde este punto de vista, es tan solo una opción.

Entonces ¿qué hacer frente a una desgracia?

a) antes de nada, aceptar que eso ha ocurrido de todos modos ya ha ocurrido. No pierdas el tiempo lamentándote, al menos más del estrictamente necesario. 

b) a continuación, piensa si puedes hacer algo para solucionar o mitigar lo ocurrido. En caso positivo, adelante. Si no logras tu propósito, de nuevo debemos aceptar que no hemos tenido éxito, a pesar de haber intentado resolverlo. 

c) en este punto, examinemos lo ocurrido, tomemos nota y hagamos lo posible para que algo así no vuelva a ocurrirnos.

Existe una pregunta que muchos se hacen respecto a esta capacidad, la resiliencia ¿se nace o se hace? Rotundamente, se hace. Aprender el arte de aceptar y aprender de las dificultades se cultiva en personas que han subido un peldaño en su crecimiento personal.

Así que dime ¿eres resiliente? 

Si quieres contactar con nosotros para cualquier tema, envíanos un correo a info@emotionhr.com.

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