Cómo alcanzar la felicidad en pocos pasos

Se quiere o no se quiere, porque tenerla se puede tener. Basta con poco, no necesariamente mucho, para disfrutarla. Porque quien quiera ser feliz sólo ha de poner algo de su parte. Lo justo para dar estos pequeños pasos que desarrollamos a continuación.

¿Cuántas veces te has dicho: “Voy a ser feliz” y te has quedado en el intento? ¿Por qué? ¿Acaso es que no has querido, o bien has sentido el vértigo de asomarte al vacío, en el que no has visto la red de la felicidad? Entonces no lo eres porque no has querido. Y lo puedes ser. Si quieres, claro.

¿Cómo? La gran pregunta que todos nos hacemos. Basta poner un poquito de tu parte, tampoco demasiado. Y ese poco consiste en dar algunos pasos. ¿Te animas? ¡Vamos con ellos?

¿Cómo miras al mundo? ¿Con qué color lo ves? ¿Blanco, negro, gris…? Cuanto más claro sea, cuanto más positivo lo veas, menos problemas te crearás y más despejada tendrás la mente. Y eso te permitirá pensar en aquellas cosas que más te atraen, las que quieres hacer o alcanzar para ser feliz.

¿En qué mundo vives? ¿No haces más que mirar al pasado, atormentándote por todo lo que ocurrió, por lo que dejaste escapar o no hiciste, por aquello que te salió mal y aún te estás arrepintiendo? ¿O acaso en el futuro, en lo que harás, en lo que tienes en mente? Mira a tu alrededor, ¿en qué momento vives? En el presente, ¿verdad? Lo que hay, lo que tienes. Lo que tienes que aprovechar. El instante el que tienes que ser feliz con lo que tengas.

Y recuerda: ser feliz depende de ti, de todo lo que te rodea, de la gente que tienes a tu alrededor, del entorno en el que te mueves. ¿Qué te hace más feliz? ¿Quitarte de encima aquello que te molesta y no soportas, conocer nuevos ambientes, buscar nuevas experiencias? Eso te compete a ti, las respuestas las debes buscar tú porque nadie te conoce mejor que tú. Valora, sopesa y actúa en consecuencia. Y con la felicidad como motor de impulso.

Y dos consejos para el final: nunca dejes de aprender, porque la vida está para eso, para aprender, para conocer nuevas cosas, para reconocer los errores y mejorar; y respeta y hazte respetar. Dos máximas que te permitirán conocer mejor a los demás y que éstos te conozcan mejor. Cada uno es dueño de sus actos. Nunca lo olvides.

Pero, por encima de todo, sé feliz ;)

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