El espacio de trabajo, ese chivato de la personalidad

Muchas cosas dicen mucho sobre nosotros. La ropa que llevamos, la bebida de bebemos, la comida que comemos… Y el estado de nuestro espacio de trabajo. Que esté hecho una leonera o más limpio que los chorros de oro es sinónimo de nuestra personalidad y responsabilidad. ¿Cómo está el vuestro? Si leéis este post sabréis lo que dice acerca de vosotros.

Orden y limpieza. Eso es lo que se exige, como mínimo, a la hora de trabajar. Sobre todo, si trabajas en una oficina. Primero, por salud; segundo, por comodidad a la hora de encontrar los papeles, lo que necesites para trabajar; y tercero, para que no te consideren lo que no eres… O tus compañeros ratifiquen la opinión que tienen de ti, tanto para bien como para mal.

Eso es lo que ha pretendido demostrar un estudio de INC. Ahora las oficinas son más abiertas y funcionales. Todo está a la vista de todos, se sabe cómo trabaja cada uno. Y, por consiguiente, también qué tipo de personalidad posee cada trabajador.

El estado del puesto de trabajo

¿Cómo? Muy sencillo. Si tú estás satisfecho/a con tu trabajo, con lo que le rodea, con sus compañeros, el escritorio lo tendrás ordenado y limpio porque te preocuparás de hacerlo. Lo cual, además, tarde o temprano imitarán tus compañeros para no ser menos que tú. O, simple y llanamente, para no quedar como los guarros de la oficina. En conclusión, una imagen que dirá de ti mucho, de la dedicación y el empeño que pones en el trabajo, de lo bien que te gusta hacer las cosas, etcétera.

Que es lo que pasará si eres tú quien tiene así el puesto de trabajo. Una visión de una mesa llena de papeles desordenados, sucia o descuidada espantará a cualquiera. Y, lo que es peor, transmitirá de ti la imagen que hemos reseñado unas cuantas líneas más arriba. Además, una imagen así ni motiva ni emociona, con lo que eso supone de cara a los demás compañeros.

Así que tú decides qué imagen transmitir ;)

FUENTE: Equipo y Talento

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