Claves para resolver un conflicto en la oficina


Una oficina puede ser un lugar placentero para trabajar… O un polvorín. Todo depende de cada persona, de su talante y de la manera de relacionarse con las demás. Si es siempre lo primero, perfecto. Pero, ¿y si es lo segundo? Toca solucionarlo. El mejor consejo: tirar de mano izquierda. Y alguno más que contamos a continuación.

Un conflicto es hasta algo normal dentro de una empresa. Todo depende de su intensidad. Si es baja, es vadeable; si es alta, hay que recurrir a la habilidad de cada uno para sofocarlo antes de que se haga más grande. 

Cada uno de nosotros somos responsables de nuestros actos, y también de lo que se derive de ellos. ¿Lo mejor para resolver un conflicto? Tirar de inteligencia emocional. Según tu estado de ánimo, reaccionas de una manera o de otra, ¿a que sí? Lo mismo ocurre con los compañeros. Si un compañero se ha enfurecido por lo que sea, lo mejor es dejar que se calma antes de reaccionar. Atajar el problema, cuando se atisba una posibilidad de hacerlo, es preferible a que se haga más grande e incendie por completo la empresa


Después, escuchar. ¿Recuerdas lo que te dijimos hace un par de semanas? Todos sabemos oír, pero muy pocos escuchan. Y eso es vital a la hora de apagar un conflicto. Escuchar una y otra vez los argumentos que existan antes de emitir una opinión. La valoración desprovista de emotividad de dichos argumentos hará más sencillo encontrar una vía para solucionar el conflicto.

Y sin olvidar una pieza fundamental en todo este proceso: tu empatía. Que la persona que ha generado el conflicto esté enfadada contigo no hará las cosas más fáciles, pero sí te permitirá ponerte en el lugar de la otra. Es la mejor manera de encontrar el origen del conflicto, que puede estar fuera del trabajo, y también de solucionarlo. 

Así como la proactividad, que es esencial. Existen señales que nos permiten anticiparnos a la aparición del conflicto. El estrés, por ejemplo. Se ve cuándo una persona está estresada. Ahí hay una señal. Analizar ésa y todas las que surjan es vital para evitar la aparición del conflicto. Además, entender las señales que emiten los demás compañeros nos acerca a ellos, crea un vínculo de simpatía y se traduce en confianza. Cuanta más existe, menos posibilidades habrá de que se desarrolle un conflicto.

FUENTE: Equipos y Talento

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