Cómo limitar los sesgos negativos en el trabajo

¿Sabes lo que es un sesgo negativo? Es una alteración en la mente y que lleva a una distorsión de la manera de percibir algo o a alguien. Es moderadamente difícil de eliminar y aplicado al entorno laboral supone una limitación del desarrollo profesional de una persona.

Los sesgos negativos causan estragos, y dentro de una empresa pueden provocar no pocos problemas. El cerebro humano es complejo, y encontrar una causa de porqué una percepción de una cosa, de un juicio es diferente a lo que debería ser, es realmente complicado. Por eso los sesgos negativos son tan difíciles de eliminar. Aunque hay una manera de hacerlo: conocerlos. Sólo conociéndolos al menos se podrá evitar que causen daño. Y más en el entorno laboral, donde pueden ser motivo de problemas o enfrentamientos y enrarecer el clima laboral.

Se han detectado cuatro sesgos negativos que se suelen tener como comunes. Conocerlos e identificarlos es esencial para evitar su conversión en un mal dentro de la empresa. Son los siguientes:

· Autoapreciación: tenemos tendencia a ver como correcto todo lo que hacemos. Además, también tenemos una buena percepción de nosotros mismos, de todo lo que hacemos. Por eso, esta tendencia nos lleva a ver como bueno todo lo que hacemos, ya sea bueno o mal. Es decir, aunque lo que hagamos sea un desastre nos mantenemos en que hemos realizado un gran trabajo, algo positivo. Lo cual no es malo, porque no nos hunde en el pesimismo, pero es necesario prestar atención a aquellos detalles que creamos mejorables -que siempre los hay- para no caer en una imagen de falsa perfección que no nos corresponde.

· Sobrevalorar la realidad, o lo que es lo mismo: creer que algo, lo que queramos, es más importante de lo que realmente es, ya sea un fracaso o un éxito. Algo que solemos hacer con demasiada frecuencia y que, en ocasiones, puede desviar nuestra atención de lo que es verdaderamente importante.

· Familiaridad de los hechos. Cuanto más familiar es algo, más tendemos a hacerlo. Así, si estamos acostumbrados a hacer algo, a mirar algo, etcétera, más sencillo le resultará recordarlo a nuestro cerebro. Pero para evitar que se convierta en algo dañino hay que determinar si esas percepciones no son sino ideas que tienen como objetivo no estancarnos en nuestra evolución profesional. Cosa a superar. Cuanto antes nos demos cuenta de esta situación, menos problemas tendremos.

· Sesgo retrospectivo: una vez ocurren las cosas nos parecen obvias. Lo malo de todo esto es que tendamos a ver de la misma manera cualquier oportunidad o solución que aparezca en el futuro, independientemente de sus circunstancias. Lo cual es tan erróneo como dañino.

FUENTE: equipos y talento

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