Cómo hacer un equipo

Un equipo es eso, un conjunto formado por piezas que, bien encajadas, hacen que funcione a la perfección. Pero mal encajadas… Es cuando llega el momento de saber por qué las piezas no encajan bien y qué se puede hacer para que el equipo funcione como uno solo.

Estamos hartos de oírlo: el equipo. Lo que funciona es el equipo, el éxito radica en el equipo, sin el equipo no hay nada… Mensajes que, hasta la fecha, siempre relacionábamos con el deporte, pero que ahora, y cada vez están más presentes en el mundo empresarial. Y es que el equipo es lo que importa por encima de las individualidades. 

Equipo, siempre el equipo. En ventas, en comercial, en finanzas, en recursos humanos… Los equipos funcionan porque sus miembros saben trabajar como un todo en uno en pos del beneficio colectivo; cuanto mayor sea dicho beneficio, también lo será el personal. Por eso, quien más quien menos se afana en poner su granito de arena para conseguir el éxito grupal.

El equipo es un conjunto de piezas, decíamos. Piezas que por sí solas tienen un valor pero que unidas generan más valor si cabe. Y ése debe ser el principal cometido de la empresa, conseguir que sus equipos funcionen como un reloj donde todos sepan qué hacer en cada momento. Y eso implica que todos los componentes pongan de su parte, que se sientan partícipes de cada logro; que se sientan importantes, en definitiva.

¿Qué pasa si uno de sus miembros se descuelga, va por libre o no se siente parte del equipo? No, no es un problema, nunca hay que verlo así. Se trata de todo un desafío. Un desafío que empieza por saber por qué el miembro del equipo se comporta de esa manera, qué ha provocado esa reacción, ese comportamiento tan ajeno al del resto de sus compañeros de equipo. Un reto que debe afrontar el coordinador del equipo, o bien, en su defecto, el gerente de la empresa con una misión clara: reconducir a esa persona, hacerle ver la importancia de su papel en el equipo, reforzar su autoestima o autoconfianza, llegado el caso, y ofrecerle la ayuda que necesite para reintegrarle en la dinámica del resto del equipo, que siempre le necesitará.

Así debe ser. Y así lo hacemos con las empresas y grupos que nos lo demandan, con técnicas orientadas a conseguir la unión del grupo de cara a la consecución de los objetivos y metas que se marque.

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