La excelencia de la comunicación
Un discurso puede abrir puertas y cerrarlas, pero también cómo y de qué manera se comunica, estructura y expresa determinado mensaje. Es la importancia de la comunicación, que hoy en día juega un papel esencial en todos los órdenes de la vida. Sobre todo, en el de los negocios. Por eso es tan importante comunicar bien. Que evita muchos problemas, y también ayuda a cerrar muchos acuerdos.
La historia está llena de ejemplos. De brillantes personas, poseedoras de una formación intelectual arrolladora que, sin embargo, no sabían expresar con palabras, o bien se las veían y deseaban para expresar sus ideas de forma clara, directa y atractiva para su auditorio; también de seres mediocres, casi desheredados de la sociedad, cuya facilidad de palabra o verbo encendido los llevó hasta los más alto. La comunicación. El caso del rey Jorge VI de Inglaterra sirve para el caso: brillante, con una formación impecable, escucharlo era una tortura. Tanto que tuvo que ponerse en manos de un profesional para aprender a comunicar. Posiblemente le bastó con ver imágenes de Adolf Hitler para comprender el papel de la comunicación. Tan importante como necesaria, y más en nuestros días.
Porque la comunicación es fundamental para dar a conocer nuestras ideas, opiniones y argumentos, pero también para entablar conversaciones, abrir puertas, mantener encuentros y cerrar acuerdos o negociaciones. En todas sus vertientes -personal, escrita, telefónica- comunicar es lo que nos diferencia de otros, de nuestra competencia, sin ir más lejos; lo que nos permite influir en tales o cuales personas cuya participación es vital para que nuestros intereses se vean beneficiados, o bien lo menos perjudicados; y lo que nos hace distintos a ojos de los demás, que nos lleva a ser diferentes, a ser reconocidos, a distinguirnos por ser poseedores de una capacidad única, de un don.
¿Don? ¿Acaso la comunicación es un don? Lo puede ser, desde luego. Hay personas que lo llevan en la sangre, que poseen esa impagable capacidad de usar las palabras, de dominar el lenguaje facial, de utilizar los silencios en beneficio propio para hacer lo que quieran con la comunicación. Pero quienes no poseen ese don también pueden adquirirlo a base de práctica y de conocimiento; de conocer las herramientas indispensables para saber expresarse y de expresar lo que deseen en el momento oportunos según lo que tengan que vender y las circunstancias del momento; para presentarse ante clientes o presentarles cualquier iniciativa, solución o producto y saber que, al finalizar, habrán logrado su propósito en forma de ventas o de acuerdos para sus intereses. Comunicar. La importancia de comunicar.
Porque quien comunica y sabe comunicar, gana. Quien no…
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Si es que quieres comunicar bien, claro está. Que, a lo mejor, no es lo que deseas ;)
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