Cómo se crea un líder
¿El líder nace o se hace? Alguno dirá que eso viene con los genes, que hay personas nacidas para ser líderes, pero otras adquieren esa condición pasados unos años, una vez completan una serie de habilidades. Y un buen líder es capaz de convencer a los que le rodean de lo que se proponga. ¿Cómo? Para saber eso tendrás que seguir leyendo.
El líder destaca por encima de los demás. Por eso es líder, dirá alguno o alguna mientras lee estas líneas. Efectivamente. Si no lo fuera, nadie le haría caso. Quedaría arrinconado, olvidado, y contemplaría el mundo que le rodea con otros ojos; con el fracaso impreso en sus pupilas, por ejemplo. El líder no. En sus pupilas se percibe la determinación, la creencia en una idea o ideas, el convencimiento de que logrará lo que se proponga porque sabe cómo conseguirlo. Tiene la manera de hacerlo, conoce el método, y sólo necesita contar con el equipo adecuado que lo apoye en la consecución de su objetivo.
El líder se nota, se ve a distancia. Tiene carisma. Casi se puede decir que lo trae de serie… O no. Porque líder también se forja paso a paso. La historia está llena de personas cuyo valor, seguridad, perspicacia, manera de ver las cosas o, simplemente, cómo afrontar una situación y conducir a los que le rodeaban hasta el éxito, no se presuponía en un principio. Personas que tenían madera de líder pero que no lo sabían, o bien sus cualidades no habían sido exploradas ni explotadas por nadie hasta que llegó un momento, un instante, en el que una mínima chispa prendió en su interior para convertirlo en líder, en el guía que sabía que todo era posible porque él lo creía así.
Líderes que se forjaron día tras día, que adquirieron el conocimiento necesario para desarrollar unas habilidades que no sabían que tenían pero que estaban ahí, ocultas, a la espera de que explotaran; líderes que gastaron días, horas y minutos en forjar una personalidad a prueba, capaz de soportar cualquier adversidad con tal de ver sus deseos hechos realidad, que eran los del grupo que lo sustentaba y seguía allá donde fuera. Líderes, en definitiva, que aprendieron a ser líderes.
¿Quieres serlo tú? Te ofrecemos la posibilidad de adquirir las competencias necesarias para desarrollar relaciones de calidad que te permitirán llevar a un grupo hasta donde tú quieras; te ayudamos a desarrollar una actitud mental positiva, a ser consciente de que, si quieres, puedes, y de que si existen límites es porque tú mismo te los impones; te proponemos cómo adquirir y explotar las funciones de un líder para dar rienda suelta a eso que tienes dentro y que tanto deseas mostrar a los demás.
¿Quieres ser un líder de verdad? Escríbenos y te diremos cómo puedes conseguirlo.
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