PÍLDORA 39. ¿Es posible un mundo sin políticos? Una reflexión personal

Hablo de un mundo donde las decisiones se tomaran a nivel mundial a golpe de clic, de manera instantánea, y que permitieran entre las mejores ideas generadas también a nivel mundial, y donde hubiera equipos de gestión en cada país encargados de su puesta en marcha y funcionamiento. ¿Quieres seguir leyendo?

Pero antes, si lo deseas, puedes echar un vistazo a nuestras anteriores píldoras. Las tienes todas aquí.

Y ahora, una reflexión personal que quiero compartir contigo. Hace tiempo asistí a una conferencia donde se aventuraba que todo el mundo conectado (a las redes sociales) estaba a cinco pasos de cualquier persona en el planeta. En teoría tenemos la capacidad de conectarnos con alguien en cualquier parte del globo estableciendo conexiones intermedias que no tendrían que superar ese número máximo de cinco personas. 

Todos sabéis yo trabajo en una empresa de consultoría de recursos humanos, y aunque nosotros la consideramos muy especial, no deja de ser una empresa más. Pues bien, nos hemos “chateado” por LinkedIn con el mismísimo Amancio Ortega y ¡por su propia iniciativa! —sí. Lo comprobamos y, en efecto, se trataba de él—. No se me ocurre mayor honor, pues es una persona muy admirada por aquí en lo profesional y en lo personal. Esa es la magia de las redes sociales. Pero, volviendo al tema, Internet y las redes sociales permiten conectar a personas muy distintas en masa y al instante. Eso me hizo pensar en las posibilidades que esto esconde para la democracia real

En democracia, los políticos existen por dos razones teóricas fundamentales:

· Primera razón: Idealismo. Son generadores de ideas. La política es generar bien común poniendo en marcha ideas encaminadas a conseguirlo.  Cuando nació la democracia, la gente en masa no tenía formación suficiente y debían dedicarse a trabajar continuamente, sin tiempo para pensar o formar teorías políticas y filosóficas sobre la vida. Es cierto que entonces era necesario contar con gente instruida que pensara por los demás, pero ahora no es así. Todos tenemos formación, información y tiempo (algunos incluso, mucho más por distintas circunstancias personales, en muchos casos desgraciadas) para generar ideas sobre la marcha del país y del mundo. Además, nos encanta hacerlo…

· Segunda razón: Dirigir los destinos del estado. No sólo generan ideas, sino que nos coordinan a todos para llegar a esos objetivos. De hecho, las ideas constituyen su portfolio para gobernar un país, y después viene la gestión de cada día donde plasmar esas ideas. 

Sé que estáis pensando que no hacen nada de todo esto. No creo que esté haciendo demagogia cuando exprese aquí algo hartamente conocido: los políticos dicen las cosas que queremos oír para que los votemos (no generan ideas, viven de las que pensaron los fundadores de sus partidos y poco mas). 

Por otro lado, no dirigen el país porque sencillamente no tienen esa posibilidad. Desde Europa, al menos en España, y desde los poderes fácticos (poderoso caballero, don dinero) les dictan a nuestros gobiernos más o menos lo qué tienen que hacer. 

No es una crítica: el mundo así. Es más bien una fotografía de lo que sí funciona (millones de personas formadas e informadas con criterio y conectadas) frente a lo que no funciona (políticos que no son inspiradores, que no lideran y que gestionan lo que les imponen desde fuera). Vuelvo a decir que solo es una constatación de lo que hay.

Releyendo el párrafo anterior, a mí me queda muy claro: es posible un mundo sin políticos. Y, ¿cómo sería?

1. Necesitamos gente que genere ideas que nos conduzcan al bienestar. Podemos crear grupos de sabios o lugares donde la gente deposite ideas nuevas de cómo hacer las cosas. Esas ideas se comunicarían a todo el país o el planeta para que fueran elegidas por la gente.

2. Cada decisión que hubiera que tomar en política podría consensuarse al nivel que se quiera (estatal o mundial) a sólo un clic de tu red social. Estarían representadas todas las creencias y corrientes de manera litera porque estaría todo el mundo representado individualmente.

3. Finalmente, necesitaríamos gestores (no líderes), personas que se ocuparan de hacer realidad las decisiones de todos los ciudadanos. 

¿Qué poder fáctico tendría mano para cambiar la realidad? ¿No sé te ocurre una democracia más real que la de que todos votemos todas las ideas que entre todos propongamos para dirigir nuestra vida?

Lo siento. Hoy tocaba una de idealismo ;)

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