La extraña relación edad-felicidad

Nadie quiere hacerse mayor, pero las encuestas no dejan dudas: las personas mayores suelen ser más felices que las jóvenes. Trabajo, familia, salud… ¿Cierto o no? Un reciente estudio no lo tiene tan claro… Aunque hay evidencias que te pueden servir para determinar si realmente eres feliz o no lo eres.

Primero, los datos: la Oficina Nacional de Estadística Británica (ONS) concluye que la gente mayor es más feliz que la gente joven. Ahora, el análisis: entre los veinte y cuarenta/cincuenta años, la gente obtiene una puntuación inferior en los baremos que miden la felicidad en su conjunto. Pasada esa edad, la felicidad aumenta hasta llegar a los setenta, que vuelve a descender.

¿Por qué?

Porque en ese baremo de edad aparecen las responsabilidades, que van en aumento conforme se crece en edad. ¿Recuerdas tus años de instituto? ¿Qué es lo que más te preocupaba? Saber a qué hora y qué días ibas a salir con tus amigos, qué chico o chica te gustaba o cuál te había echado el ojo, si ibas a tener dinero para irte de vacaciones con tus amigos… ¿A que eso era la completa felicidad? Pero los años del instituto quedaron atrás, y con ellos toda esa felicidad. Llegó la Universidad, en unos casos, o el trabajo directamente, en otros, y unidas de manera indisoluble las responsabilidades. Las primeras letras que pagar, los primeros gastos que afrontar… Las preocupaciones de tus padres, esas que veías tan lejanas, ya empezaban a ser las tuyas. Luego vino una chica, un chico, un amor que se consolidó, un piso en el que vivir, un alquiler o una hipoteca que pagar… Y, finalmente, un hijo, o una hija. Puede que alguno más… Y los años que no paran de caer y las responsabilidades de crecer. 

¿Dónde quedaron los años de instituto? ¿Y la felicidad? Ahora vuelve a mirar las cifras del estudio. Entre los veinte y los cuarenta. Esa edad trágica que parece olvidada para la felicidad. Salvo que tengas dinero, claro. En cuyo caso la felicidad es eterna, se perpetúa y no hay distinciones a la hora de percibir la realidad sea cual sea la edad.

Claro que esto no es siempre así. Puede que las responsabilidades te pesen y que te veas preso de ellas en esa horquilla de edad ya comentada. Pero no todo tiene que ser una tragedia. De la misma manera que el estudio de la ONS afirma que las personas mayores son las más felices, la edad no es óbice para conocer la felicidad si se goza de determinadas condiciones que la propician. Como un buen entorno. Familiares, amigos… Se puede tener mucho dinero y disfrutar de una vida cómoda y ser un completo infeliz por no tener a nadie con quien compartir el dinero ni la supuesta felicidad que proporciona; y, al revés, se pueden pasar todos los agobios del mundo, pero tener cerca a decenas de amigos y familiares para hacer más llevadera cualquier situación o problema.

Igualmente se puede ser muy feliz sin necesidad de echar la vista atrás y pensar en todo lo que dejaste escapar o podrías haber hecho. Pues por el mero hecho de hacerlo te asaltará la infelicidad, y eso te impedirá disfrutar del momento actual, de lo que tienes, y de todo lo que está por venir, que es todo un maravilloso misterio. Y, sobre todo, se puede ser feliz sin compararte con nadie, ni tampoco comparar tu situación con la de otras personas de tu alrededor. Todo lo que queda atrás forma parte de tu mochila vital, llena de experiencias, y te acompañarán en viaje por la vida hasta llegar a ese momento en que, según dicen las estadísticas, las personas mayores son más felices que las jóvenes. Puede que así sea, visto lo visto, ya libre de responsabilidades y de cargas, pero también de la infelicidad que les abrumó durante tantos años. Porque no hay mayor enemigo de la felicidad que renegar de ella y abrazar a la infelicidad, cuando ni una ni otra conocen edades. Son lo que son, y siempre estarán ahí para dejarse atrapar por quien sea, ya sea mayor, joven, anciano o niño. 

Así que, ¿por qué esperar a ser mayor para decir que eres feliz? ¿O es que las encuestas no se equivocan nunca?

¿Tienes algo que comentarnos? ¿Por qué no nos envías un correo y nos cuentas?

Comentarios

Entradas populares