Respira cuando el caos te bloquee

Parece una tontería, pero es el mejor remedio para esos momentos en que te encuentras bloqueado o no sabes qué hacer. Mejor que pegar un grito, llorar o emprenderla a golpes con lo primero que encuentres a tu paso, respira. Bien hondo. ¿Quieres saber lo que pasa?

Somos animales, unos más que otros, como ya sabrás, pero en el fondo somos animales, tenemos unos instintos, y en ocasiones nos movemos por impulsos. Pero, a diferencia de otras especies, poseemos la capacidad de raciocinio; podemos sopesar, analizar, estudiar las consecuencias de cada uno de nuestros actos y ver cómo nos afectarán según la decisión que tomemos. ¿Te imaginas a un chimpancé, a un guepardo o a un loro sopesando qué hacer ante una determinara tesitura? Actúan sin importarles las consecuencias. Nosotros, no.

Ocurre que en ocasiones nos olvidamos de que poseemos todas las capacidades anteriormente mencionadas y nos lanzamos a realizar cualquier cosa, cualquier actuación, sin pensar en sus consecuencias. Actuamos por impulso, ¡ya está!, sin medir los resultados, ni cómo éstos nos afectarán de manera directa o indirecta. Si es para bien, ¡fantástico! Nos felicitamos, celebramos la decisión tomada, e incluso compartimos el resultado con los más allegados. Pero si el camino correcto no es el acertado… Entonces surge el animal irracional que todos llevamos dentro. ¿A que te has visto en más de una ocasión en tesituras semejantes? Has gritado, maldecido, golpeado alguna mesa, roto papeles, arrugado botellas… Has cogido lo primero que encontraste a tu paso y lo pagaste con ello. Ese objeto asumió tu error, se llevó todos los golpes por una mala decisión. ¿Y si, en lugar de salir por peteneras y arramplar con todo lo que pilles por en medio, respiras? Sí, respirar, que tampoco es tan difícil lo que te proponemos. Respira uno, dos, tres… Los segundos que necesites para ver las cosas con más claridad, para intentar encontrar una solución rápida al problema ocasionado por esa repentina o mala decisión.

¿Qué supone un acto tan sencillo y a la vez insignificante como respirar? Ver la misma realidad desde otro punto de vista más reflexivo y tranquilo, situar la consecuencia de tus actos en otra perspectiva para extraer de ellos lo que merezca la pena y descartar todos los demás. Respirar para volver a ser el ser humano que eres y así dejar de comportarte como el animal que no eres. En definitiva, usar esa materia gris que tienes en la cabeza y que te permite hallar soluciones para los mayores problemas, incluso para los que creas que, a priori, carecen de solución.

Respira, nada más. Prueba a hacerlo cuando te veas en una situación como las descritas. Verás que no es difícil, y te reportará más beneficios que daños.

Si necesitas consejo o quieres ampliar información sólo tienes que contactar con nosotros ;)

Comentarios

Entradas populares