Píldora 38: cómo querernos más

¿Por qué no te quieres más? ¿Tienes miedo? ¿Acaso lo consideras propio de personas de falsa modestia? En absoluto. Quererte más es un paso más para alcanzar la felicidad. Y sólo necesitas que te lo propongas para serlo.

La autoestima está en la base del bienestar. Hemos tocado ya este tema en otras píldoras porque desde emotion pensamos que es el elemento fundamental para conseguir ser feliz. Tanto o más si lo combinas con cualquiera de las restantes píldoras ya publicadas.

Quien se quiere está seguro de sus posibilidades, consigue sus objetivos, aprovecha las oportunidades y está abierto a todas las posibilidades que se le presentan. 

En esta ocasión vamos a abordar la autoestima desde un punto de vista práctico. Louise Hay, autora de los bestseller de autoayuda más impactantes en lo que se refiere a autoestima, considera que “amarse a uno mismo” está en la base de todas las cosas. Es la clave para conseguir cualquier cosa en la vida, y ciertamente quien se quiere tiene encendido el motor para conseguir lo que se proponga en la vida a nivel personal y profesional. 



Para Hay lo más importante es omitir la censura que permanentemente nos hacemos a nosotros mismos. Nuestro lenguaje interior es clave para la autoestima y bienestar propios. Si nos hablamos criticando nuestra conducta, censurando nuestras actuaciones e incluso culpabilizándonos por nuestros resultados, no vamos a contribuir a nuestra estima y bienestar. En lugar de criticarnos, si nos dedicamos a conectar con nuestro valor identificando nuestro talento, estaremos invirtiendo nuestra energía mental en potenciar lo que verdaderamente nos hace felices. Todos, absolutamente todos, tenemos talentos.

En un ámbito profesional consiste en identificar nuestras fortalezas (nuestra esfera de talento) y potenciarlas en lugar de centrarnos en la falta de habilidades y competencias en determinados ámbitos. Potenciemos lo bueno en lugar de lamentarnos por lo que no aprobamos de nosotros mismos.

Además de poner nuestra atención en nuestro talento, es aconsejable que cambiemos la dureza de nuestro diálogo interno y seamos más pacientes y tolerantes con nosotros mismos. La impaciencia y el perfeccionismo vuelven el foco hacia lo que aún no hemos conseguido o lo que todavía no hemos alcanzado, y no permiten que nos centremos en lo que ya tenemos a través de nuestro esfuerzo. Por lo tanto, felicitarnos por lo conseguido, no culpabilizarnos por nuestros errores, perdonarnos por haberlos cometido y tener paciencia para esperar el fruto de nuestro esfuerzo generará un lenguaje interior “cariñoso” hacía nosotros que nos proporcionará bienestar personal.

El lenguaje que utilizamos con los demás es también importante, no sólo por la repercusión que tiene en ellos, sino porque de alguna manera crea realidad. En psicología llamamos “profecía autocumplida” a este fenómeno. Cuando estamos convencidos de que fallaremos, de que algo saldrá mal, aumentan las probabilidades de que ocurra. No es mágico, lo que ocurre es que, al estar convencidos de que eso pasará, contribuimos a que ocurra con nuestro comportamiento y actitud. Por tanto, cuidemos lo que decimos y elijamos nuestras palabras. 

Aceptarnos es uno de los pilares de la autoestima. Es fundamental para nuestra felicidad que aceptemos nuestro cuerpo y lo cuidemos. Si necesitas hacer algo sobre él para sentirte mejor con tu cuerpo, no dudes en ponerte manos a la obra: gimnasio, alimentación sana, deporte al aire libre. Somos mente y cuerpo, y es fundamental para mejorar nuestra autoestima que nos sintamos orgullosos y a gusto dentro de él. Aceptarnos por dentro es también fundamental. Debemos asumir que todos tenemos defectos (algunos hablan demasiado, otros postergan, muchos se sienten víctimas, hay un largo etcétera.). Pues bien, aceptemos que eso es lo que somos, comprendamos por qué somos así y, si podemos mejorarlo, pongámonos manos a la obra, pero no nos machaquemos internamente recordándonos que tenemos defectos. Al fin y al cabo, los humanos tienen estas cosas. 

Saber pedir ayuda es un acto de generosidad para con nosotros. La autosuficiencia puede proporcionarnos sensación de autoeficacia y de poder personal, pero suele generar presión interna y estrés. Pedir ayuda es en cierta manera cuidarnos a nosotros mismos y agradecer la ayuda que se nos brinda, una fuente más de bienestar. 

Por último, Hay nos anima a exteriorizar ese diálogo interno para cambiarlo. Hablar con nosotros en alto, ayudándonos de un espejo incluso, nos dará información sobre la calidad y el tono de cómo nos tratamos, y así tendremos oportunidad de modificar las pautas de automaltrato que aún mantenemos. 
Cuando nos queremos, alejamos a la gente tóxica, aceptamos a los demás como son sin intentar cambiarlos, solucionamos los problemas, los demás nos importan, pero no gobiernan nuestro destino y atraemos personas y situaciones buenas para nuestra vida. 

PAUTAS PARA QUERERNOS MAS:

1. No nos critiquemos.
2. Abandonar el miedo al futuro.
3. Hablarnos a nosotros mismos de manera paciente y cariñosa.
4. Felicitarnos por nuestros logros y perdonarnos por nuestros errores.
5. Pedir ayuda cuando lo necesitemos
6. Aceptar nuestro cuerpo (cuidarlo) y nuestra mente (nuestra forma de ser con sus defectos).
7. Elegir nuestras palabras.
8. Exteriorizar nuestro diálogo externo para cambiarlo activamente.

Nuestro consejo: ¡empieza ahora!

Y si tienes cualquier duda, somos todo oídos ;-) 

Comentarios

Entradas populares