Píldora 26: coherencia interna

¿Haces lo que piensas o lo que sientes? Supongo que esto es interpretable, me dirás… A veces una cosa y a veces, otra.
Muchos de nosotros nos guiamos por la mente. Es decir, hacemos lo que pensamos. Pero, antes de seguir, ¿quieres echar un vistazo a cualquiera de nuestras píldoras anteriores? Puedes hacerlo aquí.

Racionalmente decidimos qué es lo más conveniente. Y para concluir sobre su conveniencia, tenemos en cuenta lo que debemos/tenemos que hacer (ya sabemos lo peligroso que es esto, míralo en la píldora 25) o lo que racionalmente (analizando pos y contras) concluimos que es la mejor decisión. 

Enfrente de estos, otros se guían por lo que sienten. Podríamos decir que actúan en función de lo que les dice el instinto, lo que notan por dentro, desde su interior, que es lo correcto. Ese “dentro”, ¿dónde está? Pues en la cabeza, no; quizá en las tripas o en el corazón. 

Nuestra cultura nos ha formado para que analicemos intelectualmente cada decisión y establezcamos racionalmente el mejor camino a seguir. Esta cultura nos ha hecho entrar varias veces en contradicción interna porque en cada decisión, frente al proceso meditado y racional, estaba lo que nuestro instinto nos aconsejaba. Si hacíamos caso de éste, el resultado era un comportamiento supuestamente no racional, y si hacíamos caso a nuestra conclusiones razonadas, sentíamos una especie de incoherencia interna que nos molestaba.

¿Sabéis que el corazón tiene neuronas? Pues sí, unas 40.000 neuronas, aproximadamente. Os remito a un artículo de La Vanguardia. Esto significa que el corazón puede tomar decisiones y pasar a la acción, independientemente del cerebro. ¿No es fantástico? Pero ¿esto qué significa realmente?

En principio, parece claro que la única razón de que encontremos neuronas en el corazón es que necesitamos biológicamente tener la capacidad de actuar con independencia de la mente; por lo tanto, sin la necesidad de evaluar racionalmente. ¿Son las neuronas de la intuición?



En cualquier caso, el ser humano necesita sentir coherencia para sentirse bien, para sentir bienestar interno. La coherencia es posible alineando comportamiento, mente y corazón; o de otra manera, pensamiento, emoción y acción. Creo que estarás pensando que eso es muy complicado, entre otras cosas, por lo que venimos explicando en este post, pero no lo es tanto. Ante cada decisión o acontecimiento de la vida que necesita nuestra respuesta, si atendemos a nuestra sensación, a la intuición sobre lo que es más correcto, estaremos teniendo cuenta nuestra sabiduría interior y nos sentiremos coherentes. El pensamiento puede después analizar las consecuencias de esa decisión y asumir racionalmente que la llevaremos a cabo y que tendrá consecuencias, realizando los ajustes necesarios para que racionalmente comprendamos que estamos en el buen camino.

Lo que no podemos variar ni reajustar es lo que sentimos, lo que nos llega a través de la intuición, que no es más que una sabiduría adquirida por cada persona como resultado de su aprendizaje emocional. Ir en contra de nuestra sabiduría emocional produce consecuencias devastadoras para nuestra coherencia interna. Por lo tanto, nunca ignoremos nuestra intuición.

Recuerda: haz lo que sientas y evalúa racionalmente lo que ocurrirá para ajustar tu decisión. Haz lo que sientas siendo consciente de las consecuencias.

Si quieres comentarnos algo al respecto de esta píldora o sobre cualquier otro tema, puedes hacerlo al correo info@emotionhr.com.

Comentarios

Entradas populares