Felicidad, ¿camino o destino?

La pregunta no es baladí: ¿es camino o destino la felicidad? ¿Es lo que nos acompaña a lo largo de la vida o es su fin? Cada uno lo ve de una manera distinta, y así como tú lo veas será tu percepción de la felicidad… Si es que aún no la has encontrado.

La felicidad está ahí, a nuestro alcance. Tal y como explicamos en un reciente post, según una vieja leyenda india la tenemos tan cerca que no nos damos cuenta. ¿Está en el camino que nos hemos marcado en la vida, o es el objetivo de la misma vida? 

Puedes optar por tomártela como el camino que emprendes en la vida; ese camino que te hará vivir muchas experiencias, conocer personas, probar cosas, mantener conversaciones… O bien verla como el destino al que estamos destinados, ese fin último que dará sentido a nuestra vida una vez echada la vista atrás al camino recorrido y comprobar que todo ha merecido la pena con tal de alcanzar la felicidad.

De esa elección depende de que encuentres o no la felicidad. Porque, aunque no lo creas, para alcanzar la felicidad solo necesitas tres cosas: cerrar los ojos, ayudar a los demás y escoger el mejor camino para vivir tu vida. Cerrar los ojos porque, con ellos, alcanzas a ver más que teniéndolos abiertos. Ves el corazón, sientes el alma de quien o quieres tengas delante, y de esta manera sabes si esa persona o personas te van a hacer felices; ayudar a los demás te reconforta, te hace sentirte bien. Te hace feliz; y todo esto sabiendo qué camino quieres emprender en tu vida para ser feliz. Porque, lo mejor de todo, es que cuando llegues al final descubrirás que finalmente no la encontraste, sino que te acompañó en todo momento y sin que te dieras cuenta.

Y finalmente, echa la vista a tu alrededor. Comprobarás que quien más quien menos tiene problemas, atraviesa dificultades, se desnorta… No es un consuelo sino una realidad: la felicidad depende de cada cual, de cómo se disponga a afrontar la vida y de cómo vivirla. Por eso no es necesario tener más o menos, poseer esto o lo otro. Con muy poco se puede ser feliz. Y a la inversa, con muy mucho nunca se llega a alcanzar la felicidad.

Y si necesitas la fórmula de la felicidad, aquí te dejamos una para alcanzarla. ¡Y que tengas suerte!

FUENTE: Vanguardia.com