¡Canta y sé feliz!
La felicidad. Ese estado de ánimo
que todos queremos alcanzar pero que sólo unos pocos dicen conquistar. ¿Tan
difícil es? A lo largo de estos meses te hemos mostrado que la tienes a tu
alcance.
Ahora, te lo ponemos más fácil. Hasta la puedes cantar. ¿Y si la
cantas? ¿Por qué no lo eres?
La música es una ventaba abierta a los sentimientos. Si ABBA le daba las gracias por todo lo conseguido gracias a ella, que fue mucho, otros cantantes y compositores han preferido cantar sobre un tema siempre presente, siempre ahí, a nuestro alcance pero que parece inalcanzable.
Esa felicidad que cantamos en el momento menos esperando y que,
por unos minutos, nos permite olvidarnos de todo y de todos para ser felices.
Momentos fugaces, sí, pero tan felices…
Esa chispa que prende en nuestro
interior. Al igual que le ocurría a Marcel, el protagonista de En busca del tiempo perdido, de Marcel
Proust, cuando el bocado de una magdalena le despertaba infinitos y pasados
recuerdos de su infancia, con la música ocurre tres cuartas partes de lo mismo:
nos hace felices porque nos permite rememorar un momento del pasado, ya sea
reciente o más remoto. Esos instantes de la vida que queremos recuperar a toda
costa porque pensamos que fuimos más felices que ahora. Posiblemente lo fuiste.
O no.
Por eso es bueno cantar, entonar
esas canciones que tanto te gustan, que te enamoran, que te hacen soñar,
bailar, que te transportan a otro mundo, a otra dimensión de felicidad. Sí, de
felicidad. ¿O acaso en esos instantes no te sientes más feliz y parece que el
mundo haya dejado de girar a tu alrededor y seas tú el mundo y todos,
absolutamente todos sean los que giren a tu alrededor? Una canción. Basta una
única canción para ser feliz, para recuperar esa sensación siempre presente, porque
cuando queramos, aunque sólo sean unos minutos o segundos, podemos ser felices.
Y si lo podemos ser durante ese casi insignificante lapso, ¿por qué no lo
podemos ser durante más tiempo?
Se trata de ser feliz, recuerda.
Y a partir del mes de septiembre nos hemos propuesto que seas feliz. Mientras,
disfruta de tus canciones, las que más te gusten, tus favoritas. Y te lo
pedimos por favor: canta sin miedo, baila sin vergüenza.
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