PILDORAS 6: Date permiso para ser humano. Expresa tus sentimientos
Sentir, emocionarse, liberar la energía. Sé humano, expresa tus sentimientos. Te hará mejor y lo más importante: te hará más feliz.
Antes de empezar, ¿te has perdido nuestras primeras píldoras de la felicidad anteriores? Antes de empezar a leer puedes tomarlas a tu ritmo:
Muchos de nosotros compartimos la idea de que es bueno expresar lo que sentimos. Suele llevarnos a evitar contradicciones internas y crear vínculos más sanos y cercanos con los demás. Pero una cosa es racionalizar su conveniencia y otra muy distinta es pasar a la acción.
Tradicionalmente han sido los hombres los que
más han reprimido la expresión de sus sentimientos. Todos conocemos el fatal “los hombres no lloran”, pero desde
nuestro punto de vista, no expresar emociones tiene un alcance mayor.
Efectivamente las emociones tienen un componente físico y verbal que permite
liberarlas y su liberación es necesaria para nuestro equilibrio psíquico y
nuestro bienestar, para sentirnos mejor en definitiva. Nos referimos a algo queva más allá: estamos seguros de que muchos, y también muchas, no se permiten
sentir determinadas cosas. No se dan permiso, sin más. No se trata sólo de no expresarlo,
se trata de no darse permiso siquiera para sentirlo internamente. Ignorar
nuestros sentimientos voluntariamente. En la mayor parte de los casos esto se
produce por nuestra formación en la infancia, por los “programas” que nuestros
padres nos han inculcado para socializarnos, para que podamos adaptarnos a la
sociedad que en aquel momento existía cuando ellos nos enseñaron. Pero la
sociedad y la realidad son cambiantes y nuestros estereotipos aprendidos son
difíciles de ignorar.
Existen teorías aún por demostrar que creen
en la posibilidad de que las enfermedades físicas sean producidas por emociones
que no han sido liberadas. Las emociones ocasionarían un daño físico que se
traduciría en enfermedad por el hecho de reprimirlas (es decir, de ignorarlas,
de colocarlas en el backup de la
conciencia y hacer como si no existieran o no
hubieran existido). En psicología siempre hemos hablado de somatización ―crear
un síntoma físico de un problema emocional―. Esta idea ha existido siempre,
pero las nuevas tendencias abrazan la idea de conceder a las emociones que han
pasado al backup de nuestra mente la
capacidad de hacernos enfermar y me refiero a cualquier enfermedad.
Sea o no sea finalmente demostrado, lo que sí
parece sensato es afirmar que intentar ignorar lo que sentimos, no tener
conciencia de ello y por tanto, no expresarlo, no contribuye en absoluto a
nuestro bienestar, y por ende a nuestra salud. Es más saludable expresarlo para
que se concrete en el presente y se resuelva, en especial las emociones que son
negativas. La vida es más intensa si los sentimientos entran a formar parte de
nuestra vida, si hablamos “con el corazón en la mano”, si sentimos y
compartimos las emociones con los demás y si nos expresamos sin tapujos, ¡porque
tenemos todo el derecho a hacerlo!
Ejercicios de introspección:
· Ser consciente de las emociones
que no expresamos. La
capacidad de ser conscientes de lo que sentimos y del porqué de esas emociones
es el primer paso.
· Permítete sentirlo. El segundo paso sería cerrar los
ojos y dejar que el dolor, la rabia, la pena, la alegría, el amor, la tristeza,
la melancolía, recorran nuestra conciencia y nuestro cuerpo. Es posible sentir
físicamente esos sentimientos (nudo el estómago, lágrimas, dolor de cabeza,
ganas de saltar… lo que sea).
· No tener miedo de expresarlo. Finalmente, deberíamos ser
capaces de expresarlo verbalmente o de cualquier otra manera con aquellas
personas que sean de nuestra confianza. Todos tenemos un amigo o un familiar
que nos escuchará. Participarle nuestra alegría o tristeza es terapéutico.
Para más información, puedes escribirnos a info@emotionhr.com
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