PÍLDORA 9: tus relaciones. Pareja y sexo

Sexo. Así, como palabra, y para comenzar, despierta interés. Hay que hablar de sexo con naturalidad, y más conforme la pareja avanza en su camino por la vida. Porque la pasión no es la misma con treinta que con cincuenta, hay que dar al sexo el papel que se merece en cada momento. Sólo así se alcanzará la verdadera felicidad.

La relación de pareja es un aspecto fundamental de nuestro bienestar personal. Pero, antes de empezar, ¿te has perdido nuestras primeras píldoras de la felicidad anteriores? Antes de empezar a leer puedes tomarlas a tu ritmo:

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· Píldora 7
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El papel del sexo es fundamental para crear y mantener una pareja. Y se vive de manera muy distinta con el paso del tiempo, evolucionando a medida que nuestro cuerpo cambia.

La atracción sexual es un elemento indispensable en el momento en que se forma una pareja. En las fases iniciales del enamoramiento se produce la descarga de sustancias químicas en el torrente sanguíneo que favorecen el disfrute. El deseo hacia la otra persona es irresistible y una relación sexual placentera es una gran fuente de bienestar.

Con el tiempo, todos hemos comprobado que esa fuerte atracción inicial –sexualmente hablando- se desvanece en parte. Y aquí es donde conviene reflexionar sobre algunas variables:

· Confundimos frecuentemente el final del amor con el final de la época de fuerte atracción sexual, producto del enamoramiento.

Es muy común que una relación comience a descomponerse cuando el sexo no produce las mismas intensas sensaciones que al principio, especialmente cuando la relación no está centrada en el amor, la confianza y el apoyo mutuos.

Pues bien, es cierto que la excitación física tiende a disminuir con el tiempo, pero también se genera un mayor conocimiento de nuestra pareja y con él un mayor nivel de intimidad, más amor y mejor sexualidad.

Compartir con nuestra pareja nuestros deseos, temores, nuestras fantasías sexuales y nuestros sueños contribuye a crear una relación apasionada y duradera.

· Creemos que el sexo es un elemento que pierde interés en la relación con la edad.

Pensamos que con los cambios de nuestro cuerpo perdemos la capacidad de sentirlo con intensidad. David Schnarch afirma que nuestro potencial para alcanzar las más altas cotas de sexualidad es mayor cuando tenemos más de cincuenta o sesenta años.

Schnarch distingue entre la “plenitud genital”, coincidente con los años de máxima expresión física reproductiva, y la “plenitud sexual”, en el sentido del erotismo y la comunicación emocional que se produce en la madurez y que se traduce, a su juicio, en un mejor sexo. En el caso de la mujer, el disfrute sexual se acrecienta con la edad, llegando a su máxima manifestación a partir de los cuarenta años. Esto es así porque desaparecen los tabúes, los temores a expresar lo que necesitan y los miedos de la juventud ante un embarazo no deseado.

Hay personas que piensan en términos de escasez y asimilan madurez con pérdida de capacidad sexual. Pensar de este modo rebaja las expectativas y la alegría de la sexualidad y tiende a hacer realidad la profecía del fracaso. La mentalidad de crecimiento personal entiende que cada etapa es diferente y que la calidad y nivel de bienestar que proporciona el sexo en la edad madura tiene un componente de mayor comprensión y de una mayor calidad en la intimidad, que produce excelentes niveles de bienestar hasta el fin de nuestra vida sana.

Elimina tus faltas creencias

Ignora tus profundas creencias de escasez relacionadas con el sexo. Entiende que en cada etapa de la vida el sexo se vive de forma distinta:

-En los momentos de la primera juventud, con una pasión apremiante.

-En los momentos de juventud madura, con la complicidad y plenitud de la pareja que se conoce y que busca el bienestar mutuo.

-En la madurez no se entiende el sexo como algo meramente físico, sino como una conjunción de mente y cuerpo.

Si deseas más información, puedes ponerte en contacto con nosotros en el correo info@emotionhr.com.