Píldora 5: ejercicio físico adaptado a ti
El deporte relaja, estimula y nos pone en forma. Pero también aleja malos pensamientos de nuestra mente, nos permite evadirnos y a la larga, sin darnos cuenta, habituarnos a un estilo de vida que nos gusta; que nos hace felices. Sí, hacer ejercicio nos hace felices. Pero sólo cuando lo hacemos con gusto y lo que nos gusta. Si no...
Antes de empezar, ¿te has perdido nuestras primeras píldoras de la felicidad anteriores? Antes de empezar a leer puedes tomarlas a tu ritmo:
El ejercicio no sólo previene la depresión: también mejora la autoestima, el sexo, el funcionamiento cerebral y el sueño, aumenta la esperanza de vida, te mantiene joven y refuerza el sistema inmunitario. Si queremos ser más felices es imprescindible incluir el ejercicio físico en nuestra vida.
El truco consiste en encontrar el deporte que mejor se adapta a ti, a tu manera de ser, a tus expectativas, disponibilidad, etc., y eso sólo lo puedes decidir tú. Todos conocemos personas que empiezan a hacer deporte muy motivados y al cabo de poco tiempo lo abandonan. Esto trae consigo sentimiento de culpabilidad y desmotiva para volver a retomarlo en el futuro. ¿Por qué hay tantas personas que comienzan a hacer ejercicio muy motivados y lo abandonan rápidamente?
Desde nuestro punto de vista, encaramos el ejercicio físico como un deber y lo introducimos en forma de autodisciplina (¿recordáis lo que hablábamos de los hábitos y rituales frente a la autodisciplina en la primera píldora? Pues eso aplica aquí muy bien). Cuando nos autoimponemos hacer ejercicio aprovechamos la motivación inicial y sobreactuamos. Pasamos de no hacer ninguna actividad física a darnos verdaderas palizas en el gimnasio o corriendo. Esto nos produce malestar y nos desmotiva totalmente (nos da pereza seguir…). Por eso estamos convencidos de que debemos tener en cuenta dos cosas antes de comenzar a acometer una actividad deportiva:
1. Elegir la actividad que más se relaciona con nuestros gustos, edad y disponibilidad. Hay personas que disfrutan montando en bici, otros son aventureros y prefieren el submarinismo, otros prefieren desestresarse corriendo y otros odian el esfuerzo físico extremo y prefieren hacer yoga o pilates, mucho menos agresivo.
Es muy importante que elijas lo que te gusta, sin importar cuántas calorías vas a quemar o que le va a parecer a los demás. Si eliges bien continuarás, porque disfrutarás con lo que haces. Si se adapta a tu tiempo y organización personal, mucho mejor, porque no supondrá un esfuerzo de agenda. Debe constituir un placer en sí mismo.
2. Integrar el ejercicio en nuestra vida no como disciplina, sino como hábito. Debemos integrarlo como un ritual, poco a poco, como comentábamos en la píldora 1.
1. Elige la actividad física que es más adecuada para ti en función de tu edad, disponibilidad y preferencias personales. No elijas correr si no te gusta, olvídate de las calorías, de hacer ejercicio para adelgazar, se trata de integrarlo en tu vida. Piensa que lo vas a hacer para disfrutar, no para obtener un fin concreto. Debes disfrutar con la actividad. Hay muchas: alpinismo, esquí, senderismo, natación, bicicleta, yoga, running, clases de baile, pilates, aparatos en gimnasio, submarinismo…. Elegir bien es la clave para que lo mantengas en el futuro.
2. Comienza introduciendo la actividad una vez por semana. Es posible que ahora te hayas “venido arriba” y te sientas muy motivado para hacer aquello que verdaderamente te gusta. Como ahora tienes la motivación que te faltaba, te sientes con capacidad para “machacarte” cada día y conseguir recuperar el tiempo perdido en poco tiempo. ¡Te equivocas! Si empiezas a un ritmo excesivo desde el primer día, terminarás agotándote, maltratándote en definitiva. Las emociones negativas asociadas al deporte cuando no se sigue un ritmo adecuado son el principal motivo del abandono prematuro. Quédate con ganas de hacer más, disfruta de ese día a la semana, quédate con las ganas de que llegue el miércoles para volver a la actividad.
3. Introduce un día más a la semana y paulatinamente ve aumentando hasta que alcances el ritmo ideal para ti. Semana a semana podrás ir notando que el cuerpo te pide aumentar las sesiones, el ritmo (depende de la actividad que hayas elegido). Espera a que cada nuevo paso sea meditado, deseado, y lo más importante ¡qué sigas disfrutando, que no suponga un esfuerzo para ti!
4. Siente la liberación de endorfinas y el bienestar. Cuando hayas alcanzado un nivel óptimo de actividad física en cuanto a frecuencia, esfuerzo y tipo de actividad, comenzarás a sentir la liberación de endorfinas durante la realización del ejercicio. Las endorfinas son las hormonas que el cerebro libera para producir bienestar y felicidad. ¡¡¡Siéntelas!!!
Si necesitas más información puedes contactar con nosotros a través del correo info@emotionhr.com
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