Píldoras de la Felicidad: presentación
¿Quieres
ser Feliz? Si quieres, puedes. Es el famoso lema Sí, se puede extrapolado a tus deseos, a tu propia vida. Porque
cuanto más negro lo veas y más dificultades encuentres a tu alrededor nunca
pierdas la perspectiva: si quieres, puedes ser feliz. Y te vamos a ayudar a
serlo.
Cuando
comenzamos en emotion elaborando un Programa de Bienestar para Empresa,
no calculábamos el inminente impacto que el concepto de Felicidad iba a tener en
la sociedad.
En emotion somos expertos en Psicología
Positiva (la ciencia de la Felicidad) y hemos apostado por este modelo desde
que empezó a ser abordado a nivel internacional.
Lejos
de ser algo pretencioso y lejano, ser FELIZ es algo tangible y conseguible, y en este blog vamos a ir introduciendo
píldoras semanales que nos permitan acumular experiencias y sensaciones para ser
cada vez más felices.
Pero
ahora centrémonos en saber qué es la
FELICIDAD. ¿Es un estado, una meta alcanzable? ¿Son pequeñas cosas del día
a día? ¿Son momentos a recordar?
La metáfora de la hamburguesa
Tal Ben
Shahar es un teórico de la Felicidad reconocido mundialmente. Profesor de
Psicología Positiva en la Universidad de Harvard, su famoso seminario es el más
concurrido en dicha universidad. Suele utilizar la metáfora de la hamburguesa
para ejemplificar su teoría. En este vídeo podéis escucharle:
Resumiendo:
podemos encontrar cuatro tipos de hamburguesa: la de MacDonald, la vegetariana,
la más económica de McDonald (la de 1 euro) y la hamburguesa casera. ¿Cuál
elegirías tú?
Las
personas que eligen la ―no nos engañemos― sabrosa hamburguesa de comida rápida
(McDonald) entienden el bienestar en clave hedonista, el placer rápido; se
centran en el presente. Los nihilistas elegirían la hamburguesa cuyo precio es
1 euro, la que no tiene ninguna ventaja ni en salud, ni en sabor; son personas
pesimistas y centradas en el pasado y que piensan en términos de escasez.
Los que eligen la hamburguesa vegetariana, la más sana, son los competitivos, los que se centran en el futuro, las personas de objetivos a largo plazo que identifican la felicidad con la consecución de esos objetivos. Finalmente están los felices, los que eligen la hamburguesa casera, que aúna objetivos a largo plazo (sentido en sus vidas), pero disfrutando por el camino (placeres cotidianos)
La fórmula de la Felicidad
Según este esquema, podríamos aventurar una fórmula de la Felicidad, que sería:
El
sentido sería nuestras metas, hacía donde nos dirigimos; el objetivo de
nuestras vidas basado en nuestros valores e ideales y el disfrute cotidiano
sería algo así como llenar el camino de emociones positivas y experiencias
agradables que hagan que dirigirnos al destino sea también algo con lo que
disfrutemos.
Comentarios
Publicar un comentario