Consejos para vender tu 'marca personal' en una entrevista de trabajo (VI): manejar los tiempos

¿Cómo manejar los tiempos en un proceso de selección? Casi supone jugar una auténtica partida de ajedrez, conociendo los movimientos propios y anticipándose a los del reclutador. El resultado de la partida dependerá de la maña que nos demos a la hora de manejar las piezas. Y si los tienes controlados, has de ganar por fuerza.

Manejar los tiempos en un proceso de selección es todo un arte. Estoy segura de que no queda mucho para disfrutar de las épocas doradas del empleo, en las que no hay problema para encontrar trabajo y donde se vive la incertidumbre de estar en varios procesos a la vez. Esa incertidumbre genera un estrés inevitable. Por eso es necesario jugar bien con los tiempos para no perder oportunidades. Hacerlo adecuadamente es todo un arte.

Pongámonos en situación: ocupamos un puesto que no nos satisface o estamos en paro y hemos comenzado la búsqueda de empleo. Al principio parece que las cosas no marchan, que no es nada fácil acceder a una oferta interesante…. hasta que comienza el movimiento. Empezamos a realizar entrevistas y caemos en la cuenta de que estamos malgastando mucho tiempo en acudir a reuniones de trabajo para ocupar puestos que no nos interesan. Pero a la vez, surgen posibilidades muy motivadoras. ¿Cómo organizar este maremágnum? El primer punto es indiscutible: debemos rechazar las ofertas que no nos interesan. Eso simplificará nuestra búsqueda y nos ahorrará continuar en un proceso que no nos estimule. Aunque puede parecer que estoy diciendo una obviedad, no es así. En muchas ocasiones los candidatos no expresan su disconformidad con la oferta y continúan en el proceso, aún estando convencidos de que no lo ocuparán. Podríamos denominar a estos candidatos, los por si acaso. Ellos no rechazan nada, por si luego se lamentan.

Me vais a decir mejor un trabajo que ninguno. No estoy de acuerdo en absoluto. En un momento del mercado en el que no hay oferta (los tiempos de crisis), esa idea es entendible. Pero si estáis accediendo a varias opciones, donde unas son interesantes y las otras no, mi consejo es que seais honestos y os retiréis de la que no os interesa. Comunicar asertivamente que el puesto ofertado no responde a tus expectativas puede abrirte las puertas, en esa empresa, de otra posición mejor para ti. Y en caso de que eso no ocurra, concentrarás mejor tu atención en las ofertas que realmente constituyen tu foco.

La cosa se complica cuando eres seleccionado en una oferta que te interesa, pero aún no tienes respuesta de otra igual o más interesante que la primera. Aquí entramos en la dinámica que comentábamos al principio. No podemos rechazar una buena oferta esperando respuesta de otra mejor, pero tampoco podemos aceptarla para dejar el puesto vacante a las horas de incorporarnos, si somos seleccionados en la que más nos interesa. ¿Qué hacer? No queda otra que jugar con los tiempos. Esto nos obliga a dar largas utilizando todo tipo de excusas a los responsables de los procesos.

Como siempre, quiero explicaros cómo se ven las cosas desde el lado de quien monitoriza los procesos de selección. Nuestras excusas son percibidas con desasosiego desde el otro lado. Para los responsables de seleccionarte hay dos explicaciones posibles: 1) que no estás interesado realmente en el puesto, o 2) que estás jugando con los tiempos, lo que pone en evidencia que tienes otra oferta que te interesa tanto o más que la que él/ella te están ofreciendo.

Te aconsejo que no juegues demasiado con quien toma este tipo de decisiones porque puede considerar que tu interés no es real porque existen candidatos por si acaso y tu puedes ser uno de ellos.

Siempre que sea posible establece una fecha para dar tu respuesta. Esto permitirá al seleccionar organizar su propio proceso y sus propios tiempos. Si no puedes poner fecha para aceptar o rechazar la oferta, puedes comunicar honestamente lo que ocurre. Puedes explicar que tienes interés genuino, pero que debes ser respetuoso con todos los procesos en los que estás inmerso.

En resumen, jugar sí, siempre que sea posible. Respeto por el trabajo de otros, siempre. Cuando sea posible, comunicación asertiva con los seleccionadores.

Si quieres algún consejo concreto escríbenos a info@emotionhr.com