Consejos para vender tu 'marca personal' en una entrevista de trabajo (III)

La presencia. Fundamental a la hora de que la entrevista de trabajo no pase del saludo inicial. Pero, ¿cuál es la mejor? ¿Qué presencia se ha de gastar delante de un entrevistador? ¿Cómo acudir la entrevista que te dará acceso a ese puesto que llevas tanto tiempo soñando? Esta es la tercera parte de estos consejos para crear ‘marca personal’.

Sé lo que estás pensando: este consejo te lo sabes de memoria… ¿Me equivoco? Pues en cierta medida estoy segura de que estás hart@ de leer que lo suyo no es llevar escotes, tacones de plataforma, piercings y todos los adornos que, por otro lado, utilizas todos los fines de semana y que son parte de tu identidad.

No voy a contradecir la idea de que en un entorno profesional es mejor dejarse de extravagancias y ser lo más políticamente correcto posible. Supongo que ya contabas con que tendrás que renunciar a algunos sellos identificativos personales por la causa: conseguir el empleo y tener un sueldo que te permita seguir adquiriendo todos los adornos que te apetezca.

Dicho esto, intentaré centrarme en lo que yo entiendo como presencia, en la PRESENCIA con mayúsculas. Allá voy.

Lejos de ser un ser inhumano y terrible que quiere “pillarte en un renuncio”, el entrevistador es una persona como tú y como yo que evalúa -en parte por datos objetivos como el CV y en parte por datos subjetivos- exactamente como tú a la gente que te presentan por primera vez. Además, en su caso, debe acertar con el diagnóstico porque en eso consiste su trabajo. Así que hagamos un ejercicio de empatía; o mejor: en lugar de ponernos en sus zapatos, imaginemos cómo es la gente que nos cae bien y que nos da “buen rollo” desde el primer momento y seguramente podremos comprender mejor lo que ocurre.

Empecemos con la descripción de esa persona que suele caernos bien. Yo diría que normalmente se trata de personas simpáticas sin caer en la exageración. Gente sonriente, que transmite buenas vibraciones, que parece segura de lo que quiere y que confía en sí misma hasta el punto que transmite esa confianza a quien le escucha, por lo que su interlocutor termina confiando también en la persona. Como hablamos de un entorno profesional, no viene mal una cierta dosis de decisión a la hora de comunicar ideas personales. En resumen: TRANSMITIR….  seguridad, autoestima, decisión y buenas vibraciones. Si eres un correcto candidato pero no transmites en positivo, has dejado de jugar una baza fundamental.

Ahora me dirás: ok, entendido. Pero, ¿cómo se hace eso? Te contesto directamente: confiando en ti y creyéndote el valor de tu marca personal o de tu candidatura.

No te excuses en que tienes poca experiencia, no tienes este o aquel nivel de inglés o de lo que sea. Hablamos de algo extracurricular, hablamos de ti, de que quedes en el recuerdo del entrevistador como una persona valiosa, con la que a él/ella le gustaría trabajar. El CV es el que es, pero tu persona es única, utilízala para ganar. Si dejas huella, aunque no consigas el empleo, pueden tenerte en cuenta para otros puestos que tú no sabes que tienen abiertos o pueden recurrir a ti más tarde para una nueva necesidad.

Desde hoy considera esto que te digo en cualquier entorno. Si transmites confianza, confiarán en ti los entrevistadores y todo el mundo. 

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