Consejos para vender tu 'marca personal' en una entrevista de trabajo (IV)

Sí. Existen códigos, ciertas cosas que NO, y fíjate que si lo hemos escrito en mayúsculas será por algo, NO debes decir en una entrevista de trabajo. Ni por asomo. Son las que te contamos a continuación.

Cada entrevista de trabajo es muy distinta. Muchos factores entran en juego, y es difícil analizar todos ellos de manera objetiva. A través de los próximos post iremos analizando alguno de esos factores para que puedas corregir aquello que consideres oportuno de cara a encaminar adecuadamente tu reunión.

Hoy vamos a hablar de aquello que NO DEBERIAS DECIR en una entrevista de trabajoDesde mi experiencia en selección, entrevistando a miles de personas, puedo decirte que hay elementos universalmente entendidos como negativos por todos los entrevistadores. Intentaré resumir los más importantes:

1. Hablar mal de una empresa o un responsable con el que has trabajado. Lo mejor es expresar una experiencia pasada con asertividad y transparencia, pero es importante evitar acusar a las empresas o a los responsables de tus puestos anteriores por dos razones: a) la vida da muchas vueltas y uno nunca sabe si se arrepentirá de haber dicho ciertas cosas en un entorno profesional, y b) la impresión que vas a dar en la entrevista es de ser una persona que se queja, que acusa a los demás de sus fracasos (los famosos balones fuera) o como poco, de ser poco discreta. La impresión que se lleva el entrevistador es siempre nefasta. Imagina cómo te sientes cuando alguien que conoces es la típica persona que siempre habla mal de los demás. De modo que, aunque tengas razones para hablar de esa manera, evítalas.



2. “A mí nunca me han echado de un trabajo, siempre me he ido yo”. Lo que pretende el candidato con esta desafortunada frase es dejar claro que ninguna empresa ha prescindido de él, pero a cambio está expresando implícitamente que los cambios de empresa, en ocasiones continuos, se deben a su iniciativa. La conclusión es que no eres una persona estable. Este tema es importante en determinados puestos de trabajo.

3. Preguntar demasiado pronto por las condiciones del puesto. Es cierto que trabajamos por dinero, pero también se trata de una actividad y un lugar, tu futuro trabajo, en el que vas a invertir gran parte de tu tiempo. Por lo tanto, las condiciones económicas son importantes, pero también lo es el proyecto que te presenten. Puesto que ambas variables son de gran interés, te aconsejo que te muestres interesado por el propio trabajo  con preguntas y comentarios que hagan saber al entrevistador que te interesa lo que estás escuchando (especialmente si realmente te interesa). Sólo en segundo lugar puedes solicitar información sobre condiciones, evitando conocerlas con todo detalle (como la fecha en que comienza el horario de verano, la cuantía de los tickets restaurante o los días de asuntos propios). Si te centras demasiado en condiciones o en este tipo de preguntas, estarás trasladando al entrevistador la idea de que no te interesa mucho el trabajo, pero que lo aceptarás si las condiciones te convencen. Nadie da todo lo que puede de sí mismo en un trabajo sólo porque tiene muchos días de asuntos propios, y si lo hará si lo que va a hacer le entusiasma. Esa es la diferencia.



4. Decir que ganas más en el paro. Esto es nefasto. Es posible que las condiciones que te ofrecen no te interesen en este momento porque entre el dinero que ganas con trabajillos esporádicos y el desempleo reúnes una cantidad más alta que la que te ofrecen. Pero no debes expresarte así por dos razones: 1) lo más seguro es que no conserven tu CV para futuros trabajos que si puedan interesarte porque considerarán que sólo te interesas por el tema económico y no por el contenido del trabajo; 2) puedes elegir cualquier tipo de respuesta que resulte más diplomática y que no exprese desaprobación de la oferta. Se discreto y créate amigos, no enemigos. El mercado de trabajo es un mercado como cualquier otro. Cuando vas de compras no necesitas decirle al de la tienda que esas gafas de sol son muy caras; simplemente no te las compras.



5. Expresar necesidad del trabajo o intentar conseguirlo dando lástima. Este punto es MUY IMPORTANTE. Cuando un entrevistador detecta en ti que te da igual un trabajo u otro con tal de conseguir uno,  estás perdido. NUNCA, NUNCA, NUNCA expreses desesperación por conseguir el trabajo. Puedes manifestar ilusión y entusiasmo, pero nunca intentes que te acepten en un empleo por pena. Puede que les hayas hablado de tu precaria situación económica o de que una familia completa depende de ti. Esto les suena a una persona que no se valora, que considera que no va a obtener el empleo por su valía, y por eso intenta forzar al entrevistador para poder conseguirlo con la lástima. Es una manera bastante directa de decirle a alguien que no tienes valor. Nunca, nunca, nunca, expreses necesidad de obtener un trabajo, y menos aún quieras obtenerlo expresando desesperación. 

Comentarios

Entradas populares